El presidente admite que España tiene problemas de financiación, liquidez y sostenibilidad de la deudaTras varios días reclamando a Europa que actúe, porque España ya está haciendo lo que tenía que hacer, pero moviendo los hilos en Bruselas entre bambalinas, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, desveló ayer cuál es la que denominó "su batalla" en Bruselas. El jefe del Ejecutivo pidió por primera vez abiertamente la creación de eurobonos, una opción que le acerca a las tesis de la Francia presidida por el socialista François Hollande, a la vez que le aleja de la Alemania de su colega conservadora Angela Merkel. Todo ello horas después de que Berlín reconociera que los eurobonos son un proyecto a futuro, para dentro de unos años. Rajoy avanzó además los otros elementos concretos que pelea en el ámbito comunitario. "Europa necesita una integración fiscal con una autoridad fiscal y una integración bancaria, con un supervisor bancario y con un fondo de garantía de depósitos europeos", defendió sólo unas horas después de que Bruselas y París abrieran la puerta a que los bancos europeos puedan acudir al fondo de rescate europeo para recapitalizarse directamente. Pero hubo más. En su intervención en la sesión de control en el Senado, Rajoy también tuvo un mensaje -sin citarlo- para el BCE. El jefe del Ejecutivo reconoció que en España hay "un problema de financiación, de liquidez y de sostenibilidad de la deuda", lo que ya no depende del Gobierno español. Una declaración que realizó por la mañana el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que aseguró en Onda Cero que España tiene "un problema a la hora de financiarse y no tiene abierta la puerta de los mercados", en lo que se interpretó como una petición de ayuda financiera a la UE, que por la tarde desmintió para asegurar que se refería a una "unidad bancaria europea". Rajoy, en un duro cruce de acusaciones con el portavoz socialista en la Cámara Alta, Marcelino Iglesias, llegó a recordarle que, el pasado agosto, el Gobierno de Zapatero fue respaldado por una importante inyección de liquidez del BCE que relajó las tensiones y que, ahora, esta ayuda "no se ha producido". A partir de sus peticiones concretas, Rajoy lanzó su mensaje político. Dijo que confía en que sus gestiones comunitarias van "a producir sus frutos", pese a que la situación económica es "enormemente complicada". Precisamente, el presidente descartó que la situación en este 2012 vaya a ir bien, pero insistió en que en el futuro próximo sí irá bien. Rajoy pidió tiempo porque "el desaguisado" del PSOE no se puede solucionar "en un año". La UE ha de decir "dónde va" A partir de ahí, Rajoy también reclamó una petición política a Bruselas, toda una declaración de intenciones. "Europa necesita decir a dónde va, que el euro es un proyecto irreversible y que no está en juego, necesita apoyar a quien está en dificultades", urgió. Precisamente, en un cambio de discurso, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en un desayuno del Foro Nueva Economía, destacó que el mundo empieza "a confiar" en España, un país que, insistió, está a la cabeza en la agenda reformista. "Empieza a reconocerse", dijo para reclamar unidad política.