El comisario económico Rehn se aviene a realizar cambios legales para permitir inyecciones directas a las entidadesLa Unión Europea ha comenzado a pisar el acelerador para poner fin a la sangría en la que se ha convertido el sector financiero para las finanzas públicas de algunos países. Si la semana pasada el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, anunciaba su intención de presentar mañana una hoja de ruta para crear una verdadera "unión bancaria" en el seno de la zona euro, ayer fue el turno del comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, el finés Olli Rehn, quien no sólo se mostró favorable a esa reforma, sino que incluso habló de ponerla en práctica en el corto plazo. El comisario Rehn manifestó que la posibilidad de que los bancos acudan al fondo de rescate europeo para recapitalizarse directamente "es una cuestión clave a corto y a medio y largo plazo cuando hablamos de posibles esquemas para una unión bancaria". Para Bruselas es transcendental poder romper el círculo vicioso que se ha forjado entre la crisis de deuda soberana y el problema de recapitalización de los bancos, por lo que darle solución permitiría "ir a la raíz de la crisis actual". La noticia ha sido suficiente para impulsar el Ibex un 2,88 por ciento (ver página 12) y hacer situar la prima de riesgo al final del día en 520 puntos. Además, desde Alemania, la canciller Angela Merkel daba una de cal y otra de arena. Y si bien su portavoz Steffen Seibert insistía por la mañana en que los eurobonos "no son la solución adecuada" en estos momentos, la propia canciller suavizaba el discurso oficial por la tarde, tras reunirse con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, en Berlín. Así, la mandataria alemana se pronunció hoy a favor de crear "mecanismos de supervisión bancaria", a escala europea y a medio plazo, y de dotar a las instituciones de la UE de un "mayor margen de actuación de crisis". El objetivo común debe ser "combinar medidas, a corto y medio plazo", dijo Durao Barroso, para lograr la necesaria "estabilidad e impulso al crecimiento", lo que, según añadió la canciller, son "las dos caras de una misma moneda". Por otra parte, el Gobierno alemán aprovechó para desmentir la información publicada por The Wall Street Journal, que aseguraba que Alemania estaría -ahora sí- dispuesta a admitir los eurobonos a cambio de que los países miembros cedieran soberanía económica. Una portavoz de la UE insistió en que el encuentro en Berlín no corresponde a "ningún plan secreto" ni tampoco es una reunión para "salvar el euro". Declaró que es un acercamiento para profundizar en las cuestiones económicas de la eurozona y que Merkel y Barroso no planean una reestructuración de los fundamentos ni de la las estructuras de la UE. Solicitar un rescate Lo cierto es que la idea apuntada ayer por Bruselas supondría para gobiernos como el español no tener que pasar por el trago de solicitar un rescate formal a Europa para ayudar a sus entidades y someter toda la política económica bajo la vara de Bruselas. Sin embargo, el tratado que crea el Mecanismo europeo de Estabilidad Financiera (Mede), dotado con 500.000 millones de euros de manera permanente desde el próximo mes de julio, no permite la inyección directa en las entidades, por lo que será necesario realizar una reforma legal cuando todavía se encuentra en fase de ratificación. Tal y como está actualmente, España no podría beneficiarse, y así lo hizo saber el propio Rehn la semana pasada, pero el comisario parece mostrarse ahora más convencido. La iniciativa ha tomado forma en el marco de un plan que prepara Durao Barroso junto al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, y el presidente del Eurogrupo, Jean Claude Juncker, para avanzar en la unión económica y monetaria y "una nueva etapa en la integración". Esa hoja de ruta será sometida al visto bueno de los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 el próximo 28 y 29 de junio. Además, Bruselas considera que una integración mayor en el sector bancario incluirá un mecanismo común de garantía de depósitos, lo que impediría una retirada masiva de capitales por parte de los ahorradores, lo que se denomina bank run; la concesión de más poderes de supervisión y acción para la Autoridad Europea Bancaria en la zona euro, pero a la vez permitiría ese fondo de solidaridad para el rescate de las entidades en apuros. Curiosamente, los Estados miembros rechazaron hace unos meses, al no conseguir la unanimidad, esta idea de crear un fondo de garantía. Pero las cosas parecen haber cambiado de cariz también en las capitales. Uno de los elementos novedosos es la posición del nuevo Gobierno de François Hollande, tal y como quedó claro en la pasada cumbre del 23 de mayo. El propio ministro de Economía y Finanzas francés, Pierre Moscovici, subrayó ayer en Bruselas que su posición "no es ningún misterio", pues para París es "importante considerar esta alternativa de recapitalización bancaria directa, dado que ahora estamos avanzando en la discusión sobre las posibles vías y medios para crear una unión bancaria", aunque reconoció que "esto no es parte del tratado del Mede, por el momento, en su forma actual". Primera visita También aseguró ayer que "es fundamental" que Grecia permanezca en la eurozona e insistió en que "es la única opción" que está sobre la mesa. "La voluntad, la convicción de que Grecia debe quedarse en la eurozona es bueno para la eurozona y necesario para Grecia", declaró Moscovici, quien por cierto se citará mañana con el ministro de Economía español, Luis de Guindos, quien se desplazará a París. La reunión entre ambos ministros económicos se enmarca dentro de "la primera visita de presentación" para establecer un contacto fluido. Moscovici aseguró también que el Ejecutivo de París examinará la propuesta lanzada por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para promover también una unión fiscal en Europa, preguntado por la propuesta del español. "Examinaremos esta propuesta cuando sea detallada", explicó el titular de Finanzas francés. Rehn no se pronunció al respecto por su parte.