Desde que empezó la crisis, la empresa de distribución vasca ha recortado ya más de 7.000 puestos de trabajoEroski está decidida a meter la tijera donde haga falta y recortar al máximo los costes para poder pagar la deuda a la banca. Tal y como publicó elEconomista el pasado 28 de mayo, con unos compromisos financieros que se elevan a un importe total de 2.312,8 millones, la empresa no ha podido cumplir el pago de marzo y ha solicitado a la banca seis meses de plazo, iniciando además la negociación para una segunda refinanciación de su deuda, después de la acordada en 2009. Para conseguir este objetivo, la empresa recortó ya el año pasado un 13,5 por ciento la remuneración de su cúpula directiva, que ha pasado de 1,99 millones de euros en 2010 a 1,723 millones en 2011. Los miembros del consejo de administración no tienen una retribución fija por su pertenencia al mismo, y tan sólo reciben dietas, que además son muy bajas: 8.000 euros en total, la misma cifra que el ejecicio anterior. Dentro de este mismo plan de ajuste, la compañía que preside Agustín Markaide redujo en 2011 su plantilla en unas 900 personas, con lo que el recorte desde que empezó la crisis se eleva ya a más de 7.000 y a eso hay que añadir las bajas que se producirán previsiblemente en los próximos meses por el cierre de hipermercdos. Se trata de los centros de Zaragoza, Nueva Condomina (Murcia), Coruña, Benicarló, Sant Feliu de Llobregat (Barcelona) y L'Alqueria (Valencia). Eroski intentó venderlos, pero ante la imposibilidad de encontrar un comprador, ha optado por el cierre. En principio, según explica un portavoz de la compañía, la medida afecta a sólo unas 300 personas, a las que se les ha ofrecido además la recolocación en otras tiendas. Dado el parón del consumo y los problemas para el pago de su deuda, en 2011 el grupo se vió ya obligado a desprenderse de 32 centros (22 hipermercados, 7 supermercados y 3 gasolineras). El máximo objetivo es dar un giro además al modelo. Frente al hipermercado, el formato comercial que más está sufriendo con la crisis debido a la fuerte caída de las ventas en los productos no alimentarios, Eroski apostará por el súper. El objetivo en este sentido es la apertura de 60 tiendas de barrio hasta final de año, la mayor parte de ellos franquiciadas. El riesgo en este caso es mucho menor.