En el día en que analistas e instituciones internacionales arreciaban su presión sobre España, a causa de la desconfianza en la capacidad del Gobierno de Mariano Rajoy para superar la crisis provocada por Bankia, la canciller alemana, Angela Merkel, rompió ayer una lanza en favor de nuestro país, al que definió como "un aliado en el camino hacia la consolidación fiscal". Lo hizo, eso sí, después de mantener por la mañana una conversación telefónica con el mandatario español. En opinión de Merkel, el Ejecutivo de Rajoy ha recibido una "difícil herencia" que ha afrontado con importantes reformas estructurales, por lo que no dudó en pedir "confianza" en que será capaz de sortear los enormes desafíos que tiene delante. Las declaraciones de apoyo de Merkel a Rajoy -pronunciadas durante una reunión de los países bálticos celebrada en Stralsund- llegaron después de que la canciller germana analizara las recomendaciones emitidas el miércoles por la Comisión Europea, entre ellas, que los bancos puedan acudir directamente al fondo de rescate europeo, evitando así que los países sean intervenidos por Bruselas. Merkel dijo que en casi todos los países se han tomado medidas para estabilizar los bancos y que "con seguridad se puede presentar con más claridad ante los mercados financieros qué instituciones y qué nuevas posibilidades hay en Europa para mitigar el temor de que los bancos puedan ser inestables". Mientras Merkel reclamaba confianza en España, un poco más al sur, en Italia también en problemas, las cosas se veían con más preocupación. El primer ministro Mario Monti pidió ayer a Alemania que permita crear rápidamente mecanismos para frenar el contagio de la crisis de deuda y alertaba de que los países periféricos no proseguirán con la consolidación fiscal. Monti sugirió, además, en línea con lo que defiende el Gobierno español, que el Banco Central Europeo (BCE) debería intervenir para frenar el aumento de la prima de riesgo de Italia o España. "Es una posición difícil la de un país que está haciendo un esfuerzo masivo y concentrado en el tiempo de consolidación y reformas estructurales, que es políticamente y socialmente costoso, pero necesario, y cuya posición está amenazada por enormes posibilidades de contagio", sentenció Monti, ante el foro económico de Bruselas. A juicio de Monti, "la prima de riesgo, en tanto que indicador de contagio, está ahí más por la debilidad del sistema que por ninguna debilidad concreta del país".