Crea un paquete premium para vendérselo en exclusiva a las plataformas de pago Jaume Roures, administrador único de Mediapro, dejó caer hace poco que estaba cerca el final de los partidos en abierto del Real Madrid y el Barça. Una puntada con hilo ya que el empresario catalán ha aprovechado el escaso interés y la falta de presupuesto de las televisiones para sentarse a negociar con las plataformas de pago la venta en exclusiva de gran parte de los derechos de la Liga BBVA. Mediapro ha creado un paquete premium de partidos y equipos, entre los que se encuentran el Barça y el Real Madrid, para tratar de vendérselo a los canales de pago y así conseguir los 80 millones que las cadenas privadas como Antena 3, Telecinco o La Sexta no están dispuestas a pagar. Para las teles en abierto y en aras de cumplir con la ley que considera un acontecimiento de "interés general" los partidos, Mediapro ha creado otro paquete con equipos de "segundo nivel", con menos seguimiento, para vendérselo más barato (entre 4 y 8 millones) a los grupos mediáticos, explican fuentes cercanas a las negociaciones. A su vez, este tipo de partidos de tipo C se jugarían los lunes para evitar que quiten audiencia a los enfrentamientos de los fines de semana. Pese a que la legislación obliga a que se den una serie de partidos de la liga en abierto, ésta no establece cupos por equipos por lo que Mediapro tiene vía libre para quitar de la parrilla de las públicas a los equipos que mueven más pasiones como los dos grandes de la Liga de las Estrellas, el Valencia, el Atlético de Madrid o el Sevilla, que curiosamente son los que más cobran por derechos (ver gráfico). De momento no está nada cerrado, pero la productora, que posee los derechos televisivos de todos los equipos de fútbol de la liga (tanto primera como segunda) a excepción del Real Zaragoza, el Athletic de Bilbao y la Real Sociedad, ya se ha puesto en contacto con las dos grandes cadenas españolas para contarles sus planes de negocio. El espíritu de esta maniobra es que la conocida como Ley Cascos de 1997 quede muy "descafeinada" y pueda incluso llegar a desaparecer, tal y como han reclamado la Liga y Canal + en varias ocasiones. Según defienden desde la LFP, poner fin a la Ley Cascos, una normativa que tiene su origen en los años 60, permitiría a las productoras y los equipos comercializar mejor sus derechos televisivos en el exterior. El mercado internacional apenas aporta el 14 por ciento de los ingresos por derechos. La que más ingresa por esta vía es la liga inglesa. El partido en abierto da prioridad a las cadenas a elegir el enfrentamiento que quieren con dos semanas de antelación lo que impide realizar calendarios para vender la liga fuera de España. En la temporada pasada, La Sexta se hizo con los partidos en abierto por unos 50 millones y las autonómicas pagaron alrededor de 30 millones. Un modelo que no se va a poder repetir en la temporada 2012/13 ya que la cadena que todavía dirige Jose Miguel Contreras tiene serios problemas financieros que le han llevado a fusionarse con Antena 3 y a perder la Fórmula 1. En esta línea, el recorte de 204 millones de euros en RTVE deja a la pública sin margen de maniobra para pujar y las cadenas autonómicas, excepto la catalana, han anunciado recortes en los deportes. Así, las dos únicos grupos que tienen dinero para comprar los derechos del fútbol son Antena 3 y Mediaset, pero ya han hecho público que no están dispuestos a pagar ese dineral por la liga, ya que "no se puede rentabilizar" y mucho menos con la publicidad cayendo en picado -en el primer trimestre del año la facturación cayó un 17,7 por ciento de media-. Ante la negativa de las cadenas de pagar cantidades millonarias, está la oposición de Mediapro y de los clubes de fútbol de ofrecer alguna rebaja. La venta de los derechos deportivos es la principal fuente de ingresos de los clubes de fútbol junto a las venta de publicidad. En el caso del equipo que todavía entrena Pep Guardiola, los derechos televisivos supusieron en la temporada 2010/11 el 36,2 por ciento de sus ingresos totales. En el caso del Real Madrid fueron el 32,5 por ciento y, por ejemplo, en el caso del Atlético de Madrid, el 46,3 por ciento. El elevado peso que tiene esta partida, junto con la delicada situación financiera de la mayor parte de los clubes, impide que bajen los precios.