Reduce la valoración del todo el sector, pero mantiene a nueve entidades su calidad tras la rebaja de hace un mesStandard & Poor's arreó ayer un duro golpe a la banca mediana española. En plena inestabilidad del sector financiero, por las dudas sobre su estado real de situación, rebajó la nota a cinco entidades. Las peor paradas fueron Bankinter y el Popular, que tras la decisión han quedado situadas en la calificación de bono basura, por lo que complicará aún más su financiación en los mercados mayoristas. Las otras tres entidades a las que ha disminuido su calidad crediticia son Bankia y su matriz BFA y Banca Cívica. Ambas están un proceso de reestructuración. Las dos primeras serán nacionalizadas, mientras que la tercera ha sellado un acuerdo para ser absorbida por Caixabank ante la imposibilidad de seguir en solitario. El resto de entidades no se ha visto afectada en la revisión de S&P, ya que su calificación fue mermada hace escasamente veinticinco días. Entonces, colocó en bono basura al Sabadell y a Cívica tras bajar a once entidades la nota. Ahora ha reducido de nuevo su puntuación a Cívica. Los motivos que han llevado a la agencia norteamericana a degradar a la peor situación a Bankinter y Popular son las dudas sobre su negocio financiero en el caso del primero y la capacidad de capital del segundo, por lo que no descarta que el Gobierno apoye de manera extraordinaria en el corto plazo si fuera necesario. Además, en ambos casos sostiene que tendrán más debilidades debido a la situación del país y de su sector. En este sentido, S&P decidió rebajar también la calidad del conjunto del sistema bancario, que pasó del grupo 5 al 6 por sus peores expectativas y sus mayores riesgos económicos. El pasado mes disminuyó dos escalones la calificación del Reino de España al entender que existen "riesgos significativos con respecto al crecimiento económico y a la ejecución presupuestaria", algo que podría repercutir en su opinión negativamente en la calidad crediticia del país. Además, destacó el problema de una reestructuración del sector financiero por terminar. Consideró que el proceso era lento y debía hacerse con una mayor profundidad. "Criterios cuestionables" La medida no ha sentado nada bien en el seno de las dos entidades más afectadas. Fuentes del mercado sostienen que los criterios utilizados por S&P son "arbitrarios y bastante cuestionables". No todos han salido perjudicados de manera individual. A nueve grupos la agencia ha mantenido su valoración en estos momentos, aunque los deja en perspectiva negativa, es decir, que en una próxima revisión podrían salir malparados. Estos son el Sabadell, el Santander, Santander Consumer, Banesto, BBVA, Caixabank, La Caixa, Kutxabank e Ibercaja.