Aunque muchos consideran el sector siderometalúrgico como una actividad madura, nada más lejos de la realidad. Tan sólo el grupo Tubos Reunidos da empleo directo a 1.135 empleados y está entre los líderes mundiales de su área de actividad. La compañía tiene aprobados dos planes, el primero es una reflexión sobre qué tipo de empresa quieren ser a partir de 2016; y uno más pegado a la dinámica productiva, el Plan Estratégico 2015. En base a la primera reflexión plantea su especialización total hacia el sector de tubos (hacia productos de mucho mayor valor añadido) con la venta de las filiales de diversificación. Para hacer frente a su reducida dimensión frente a un mercado que es global, buscará alguna alianza internacional. Con el segundo, el Plan Estratégico 2015, el grupo opta por mantener su estrategia productiva en Euskadi, donde tiene plantas en Álava y Vizcaya, en las que invertirá 150 millones. A partir de esta plataforma venderá al mundo entero productos muy especializados y de gran valor añadido. En este caso, su reducida dimensión y su flexibilidad le permiten ganar contratos a las grandes multinacionales, que debido a sus grandes estructuras no pueden reaccionar con tanta rapidez. Remontado rápido de la crisis El ejercicio 2011 ha demostrado que la estrategia de la dirección de Tubos Reunidos ha sido la acertada. Tras contabilizar pérdidas en 2010 y estar dos años sin repartir dividendo, en 2001 contabilizó un beneficio neto de 24,4 millones, con unas ventas del 458,1 millones (37 por ciento). Esta dinámica se repite en el primer trimestre del año en curso con un resultado consolidado de 8,1 millones (12 por ciento) y un volumen de negocio de 120,1 millones (2,3 por ciento).