L as economías española y andaluza continúan mostrando síntoma de debilidad en un contexto de crisis internacional que dura ya más de cuatro años. El comportamiento que muestre la economía española en 2012 vendrá determinado, en gran medida, por los planes de ajuste fiscal, los mayores de la democracia, que fijan una reducción del déficit público desde el 8,5 por ciento del PIB en 2011 al 5,3 por ciento en 2012 y al 3 por cientoen 2013. Los mercados parecen interpretar la existencia de cierta dificultad en la consecución de tan exigentes objetivos de consolidación fiscal, por parte de una economía en recesión, especialmente cuando el Fondo Monetario Internacional acaba de revisar a la baja las previsiones de crecimiento para el 2012, estableciendo una caída interanual del -1,8 por ciento para el PIB español. Descendiendo al caso concreto de Andalucía, en 2011 registró un crecimiento interanual del PIB del 0,2 por ciento, situándose la tasa de paro por encima del 30 por ciento. Para el 2012, en un contexto económico general poco positivo, las perspectivas son poco halagüeñas para nuestra economía. En este orden de cosas, las medidas que se adopten deben poder configurar un escenario proclive a la recuperación económica, a la vez que deben responder a la imperiosa necesidad de corregir los desequilibrios presupuestarios y disminuir los niveles de endeudamiento -tanto en el sector público como en el sector privado-, exi- gencia ésta que, por otra parte, genera importantes restricciones respecto a las posibles políticas de impulso de la economía. Es éste, por lo tanto, un tiempo para hilar fino, para ejercer el arte de la coordinación, midiendo cada paso. Un tiempo en el que se impone la prudencia en la adopción de medidas que han de ser contrastadas y potentes en cuanto a sus resultados previsibles. Medidas que deben resultar en la generación de crecimiento y empleo, así como han de satisfacer los objetivos de ajuste en los ámbitos de las finanzas públicas, a la vez que tienen que ser coherentes con las reformas sectoriales ya en desarrollo y con aquéllas otras que aún deben implementarse.