Red Eléctrica ratificó ayer el esfuerzo inversor de la compañía en Bolivia tras las críticas de Evo Morales para justificar la expropiación. En este sentido, la empresa que preside José Folgado indicó que a los más de 74 millones de dólares invertidos desde 2002 hasta 2011, de los cuales 69 millones corresponden a proyectos de red transporte, hay que añadir otros 14 millones de proyectos ya iniciados, lo que ofrece una cifra superior a los 88 millones de dólares. Red Eléctrica recuerda que su filial TDE fue comprada en 2002 por 91 millones de dólares. El grupo explicó que las cifras de inversiones tanto ya realizadas como las comprometidas suponen casi el total del valor de compra, lo que refleja nuestro compromiso por el desarrollo de este país. Además, incide en que al tratarse de un sector regulado las inversiones son las máximas autorizadas por los organismos reguladores del país. En este sentido, destaca que el descenso del ritmo inversor de los últimos años obedece por tanto a esta decisión también soberana del Gobierno de Bolivia y no a una decisión unilateral de nuestra compañía. En cualquier caso, la compañía confió en llegar a un acuerdo amistoso con el Gobierno de Bolivia para fijar un justiprecio por el valor de la filial. Desde REE mostraron su disposición para entablar las negociaciones pertinentes, pero recuerdan que sus estados financieros han sido auditados por multinacionales de reconocido prestigio, "lo que supone iniciar cualquier negociación con unas bases marcadas por la transparencia en nuestra gestión". Red Eléctrica destacó asimismo que estas inversiones han situado la red de alta tensión boliviana en unos estándares de calidad reconocidos internacionalmente, como lo demuestran las mínimas incidencias por interrupciones de suministro ocasionadas por la red de alta tensión que nosotros gestionamos. Por último, la compañía mostró su respeto a esta decisión de Bolivia, siempre que este proceso responda a los principios internacionales de derecho. La acción cae un 2,23% La expropiación se anunció el martes a cierre de mercado, por lo que en la jornada de ayer los títulos de la compañía experimentaron retrocesos de más del 4 por ciento, aunque finalmente cerraron a 32,16 euros por acción, un 2,23 por ciento menos. Según analistas, el mercado no ha castigado demasiado la acción ante la expectativa de recibir una compensación.