Una presentación de cuentas y dos noticias positivas son balance suficiente para hacer sonreír a cualquier presidente de cualquier inmobiliaria atrapado en la burbuja del ladrillo. "Y no es para menos", decía ayer el presidente de Quabit al dar a conocer los datos trimestrales de la empresa. Positivos porque, por primera vez desde 2006, la sociedad dominante ha tenido beneficios y porque su principal accionista, el Grupo Rayet, espera salir del concurso de acreedores en octubre gracias a una propuesta que recoge una quita de la deuda del 40 por ciento y una capitalización del 60 por ciento restante. En cuanto a Quabit, el grupo consolidado redujo su pérdida un 52,3 por ciento en el primer trimestre del año hasta los 9,5 millones de euros, gracias a la venta de activos a las entidades financieras acreedoras dentro del acuerdo de refinanciación firmado a comienzos de 2012. La cifra de negocio pasó de los 6,4 millones de euros a los 311,4 millones del mismo periodo de este año. Sólo la venta de suelo aportó 288,6 millones de euros, mientras que la promoción residencial, casi cinco veces más que en el primer trimestre del año pasado.