Sáenz de Santamaría agradece el apoyo internacional recibido por el EjecutivoEl Gobierno español devolvió ayer el golpe a Argentina pr su decisión de expropiar YPF a Repsol aprobando una limitación sobre las importaciones de biodiésel con origen en el país suramericano. El titular de la cartera de Industria, José Manuel Soria, fue el encargado de presentar esta medida en el consejo de ministros, la cual contempla compensar la menor entrada de biodiésel procedente de Argentina asignando cuotas de producción a las plantas españolas. Según la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, quien enmarcó esta iniciativa dentro de la acciones que España ha emprendido como represalia contra el Ejecutivo de Cristina Fernández de Kirchner, "la orden tiene por objeto un apoyo a las operaciones de refino por parte de las empresas españolas y comunitarias, de manera que el sector se sitúe en una situación adecuada para poder ofrecer biodiésel en condiciones competitivas". Un impacto de 750 millones El flanco atacado por España es nuclear en las relaciones comerciales entre los dos países ya que se trata de la principal exportación de Argentina a nuestro país. Una actividad que el año pasado alcanzó los 750 millones de euros con la compra de 719.473 toneladas de este biocombustible, casi la mitad del consumo total español. La medida, aunque para Argentina puede no suponer un especial menoscabo, se combinará con más acciones a escala internacional gracias al apoyo que España ha recibido tanto de otros países como por parte de importantes instituciones como la Unión Europea, la cual estudia ya la posibilidad de extinguir el sistema comercial del que se beneficiará Argentina hasta el 2014 por ser considerado un país en vías de desarrollo. Del mismo modo, las relaciones comerciales de Europa con Mercosur (Mercado Común del Sur) también podrían verse deterioradas a causa de este conflicto internacional. Soraya Sáenz de Santamaría, durante su comparecencia ante los medios de comunicación para explicar las medidas adoptadas en el consejo de ministros, quiso dar también las gracias por el apoyo internacional recibido en sus acciones contra Argentina. No es para menos. Estados Unidos, Alemania, Italia, Reino Unido, Perú o Chile entre otros mostraron su solidaridad y apoyo al Gobierno de España a la hora de abordar la expropiación de YPF por parte de Argentina. Al fin y al cabo, como bien dejaron claro varios ministros de Comercio del Grupo de los 20 durante una cumbre celebrada en Puerto Vallarta, "la expropiación de YPF rompe las reglas de libre mercado". Mientras tanto, en Washington el ministro de Economía español, Luis de Guindos, y su homólogo argentino, Hernán Lorenzino, mantuvieron su primer cara a cara desde que saltara la polémica. El G-20 ofrece su apoyo En declaraciones a la agencia Telam, el ministro de Economía argentino acusó a Repsol de "vaciar" YPF con el objetivo de "expandirse en otros países". "Repsol adquirió YPF para descapitalizarla y exprimirla financieramente" y el resultado fue un "desabastecimiento del mercado, lo que es contrario a la ley vigente de hidrocarburos y la ley de gas", dijo el funcionario argentino. Sin embargo, desde la sede del Fondo Monetario Internacional, algunos de los ministros de Economía y Finanzas del G-20 intentaron abordar este asunto. José Antonio Meade, ministro de Economía mexicano, país que ocupa la presidencia de turno, consideró que "aunque el G-20 no es un foro de arbitraje, este asunto debería ser abordado". En este sentido, incluso el Wall Street Journal pedía en sus páginas editoriales que se excluyera a Argentina del G-20. El tema de YPF también formó parte de la agenda de la reunión de representantes en el nivel ministerial, viceministros o responsables del sector de Comercio del Grupo de los Veinte (G20) que se celebra en el centro turístico Puerto Vallarta, en el Pacifico mexicano como adelanto de la próxima cumbre presidencial y de jefes de Estado que se celebrará en junio en Los Cabos. Según informó EFE, el tema de YPF, aunque inicialmente no figuraba en la agenda de la reunión ministerial, fue debatido en la sesión vespertina de la primera jornada. Al ser preguntado por este periódico, un funcionario del FMI explicó que la decisión del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner "no va a ser buena para el crecimiento del país".