International Construction Bank of China (ICBC) fue el primero y parece haber sido una experiencia de éxito. Ahora es el Bank of China el que da los primeros pasos en el mercado español al que tiene previsto venir a competir en un momento de plena reordenación del sistema financiero. Precisamente, el significado de la palabra crisis en chino es la que tiene el significado de oportunidad. En España, que somos más prácticos, decimos que a río revuelto, ganancia de pescadores... el caso, es que la liquidez de la que disfrutan los gigantes bancarios chinos es la envidia de cualquier europeo y que ellos pueden ir a competir a prácticamente cualquier mercado del mundo por su músculo financiero. Pero, ¿realmente se integran en la cultura financiera de un país? Con las abultadas poblaciones flotantes de residentes chinos en el extranjero -en España se calcula que habrá en torno a 100.000-, suponen una masa crítica de potenciales clientes mucho mayor que de la de alguna caja e, incluso, algún banco. Y parece que sólo con ese conforman. De hecho, basta entrar en una sucursal del ICBC para comprobar que a un español que no sabe chino le cuesta mucho entenderse y, en algún caso, incluso que le atiendan. Pero se van haciendo un hueco en el mercado español que en el momento en que empiecen a mostrar cierto interés por él puede suponer una auténtica amenaza para las entidades locales. Bank of China se aprovechará de la experiencia de su competir que, como es lógico, buscará mejorar. Marsans, vacía, no pagará a los deudores El juez investiga a los ex dueños de Marsans, Gerardo Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual, y a Ángel de Cabo, presidente Posibilitum y experto en liquidar empresas en crisis, por un delito de estafa procesal y de alzamiento de bienes. Por ambos delitos se podría decretar la entrada en la cárcel de los tres empresarios que han maniobrado para sacar del concurso de acreedores los activos de las empresas y el patrimonio de los empresarios para evitar hacer frente a sus deudas con ellos. La operación era sencilla: Díaz Ferrán y Pascual traspasaban todos los activos sin la deuda y sus bienes a Posibilitum y otra serie de sociedades vinculadas a Ángel de Cabo para que este gestionara los bienes y lograra sacar el mayor rendimiento posible y luego repartírselo entre ellos. Cuando todas las empresas de Marsans pasaron a manos de Posibilitum, de Cabo empezó a vender todos los activos posibles (unidades de negocio, inmuebles, empresas en el exterior) y a recortar gastos de las empresas para mejorar los resultados operativos. Por ejemplo, de Cabo vendió la agencia en Brasil de Marsans por 2 millones de dólares. Ahora Marsans está vacía y los acreedores no van a cobrar sus deudas mientras los empresarios se han enriquecido, sobre todo De Cabo. Este proceso, que Ivan Losada, nuevo consejero delegado de Nueva Rumasa a las ordenes de Ángel de Cabo, defiende y describe como una maniobra para tratar de reflotar empresas y mantener los puestos de trabajo, es una estafa. En este sentido, Losada, en una entrevista que se publica en estas mismas páginas, explica que los ingresos que se consiguen se destinan a pagar las deudas cuando lo único que hacen los empresarios es renegociar quitas con los proveedores y los trabajadores para seguir funcionando. Cambiar de manos la propiedad de los activos equivale a sacarlos del perímetro del concurso de acreedores por lo que los deudores no pueden reclamar esos bienes como compensación. El objetivo de AC, Meliá, Pullmantur y Orizonia no es tanto recuperar los 40 millones de euros que les debe Marsans sino conseguir que Díaz Ferrán, Gonzalo Pascual y el presidente de Posibilitum respondan ante la ley por los delitos que presuntamente han cometido.