El grupo encargará una auditoría sobre el valor de Banco de Valencia y Bancajamadrid / Valencia. Bankia quiere reequilibrar el poder de sus siete integrantes. Poco más de un año después de la integración de Caja Madrid, Bancaja y cinco entidades, el consejo de administración del grupo matriz, Banco Financiero y de Ahorros (BFA) ha encargado por unanimidad una auditoría externa para reevaluar el peso de cada una, debido a la salida del perímetro de la participación de Banco de Valencia tras su intervención. La nueva valoración la permite el contrato de fusión sellado a finales de 2010 y podría afectar a la presencia de Bancaja, en favor de los restantes socios, según fuentes conocedoras de la operación. El principal beneficiado sería Caja Madrid, que actualmente cuenta con el 52,06 por ciento del accionariado de BFA, Por su parte, la entidad valenciana dispone del 37,7 por ciento. El protocolo de la integración contempla una cláusula que establece la posibilidad de revisar los activos aportados por cada socio, que allanaría el camino para reestructurar el peso de las siete cajas en el grupo. Con la auditoría también se pretende desvelar si hubo omisión de los datos reales sobre la situación de Banco Valencia, que tuvo que ser asistido por la matriz para su supervivencia a lo largo de todo el ejercicio por su problemas de liquidez hasta su intervención. El domingo pasado, el supervisor desveló un agujero de 886,8 millones de euros en las cuentas y redujo su patrimonio en más de dos tercios. La valoración de los activos en el proceso de fusión de las siete cajas fue auditada por Deloitte y aprobada por el Banco de España. BFA, de manera directa e indirecta, tenía una participación en el Valencia de casi el 40 por ciento, pero en octubre de 2011 decidió reclasificar la participación como inversión financiera y ejercer derechos políticos solo por el 27 por ciento que tiene directamente. El grupo ha provisionado ya todas las pérdidas por esta filial. El encargo de la auditoría no ha sentado nada bien a Bancaja, presidida por José Luis Olivas, quien fue forzado a renunciar a las vicepresidencias de BFA y Bankia tras la intervención del Valencia, entidad de la que estaba al frente hasta su dimisión, el pasado 28 de octubre. La intervención se produjo el 21 de noviembre. Olivas pide explicaciones Fuentes próximas a la caja afirman que Olivas está dispuesto a defender el peso de la entidad en el grupo, no sin antes pedir explicaciones en el consejo de Bancaja, reunido ayer por la tarde, a los tres representantes en BFA -otros dos no estuvieron y el sexto se ausentó de la reunión- que votaron a favor de la propuesta de Rato. Según estas fuentes, solo Remigio Pellicer puso reparos tras consultar con Olivas, pero acabó sumándose a la mayoría. Bancaja defenderá que la valoración que hizo Deloitte fue correcta y que el deterioro del banco vino después, por los requisitos del Banco de España respecto al negocio inmobiliario. También sostendrá que BFA debió inyectar parte del dinero obtenido del Frob para capitalizar el banco. Por otro lado, el consejo de Bancaja, que al cierre de esta edición seguía reunido, tenía previsto aprobar el nombramiento de Aurelio Izquierdo como director general, el puesto que dejó en excedencia en 2011 para irse a Bankia y, posteriormente, al Banco de Valencia. Tras la intervención, Izquierdo pidió el reingreso, que se aplazó hasta la reciente prejubilación de Juan Zurita, que le había sustituido.