La capacidad de las cajas depende del margen para canjear deuda en capital, según destacan las casas de análisismadrid. La mayor parte de los expertos valoran positivamente la reforma financiera, pero hay algunas casas de análisis que dudan de su eficacia y creen que se ha quedado corta. Una de ellas es UBS, que considera que las necesidades de saneamiento de la banca española alcanzan los 100.000 millones, es decir, el doble de los previsto por Economía con el endurecimiento de las provisiones. La entidad suiza utiliza en un informe dos argumentos para considerar insuficiente las medidas adoptadas. En primer lugar, sostiene que la normativa considera no problemáticos el 85 por ciento de los créditos al promotor al corriente del pago, teniendo en cuenta la provisión adicional impuesta del 7 por ciento para estos préstamos. "Creemos que esta dotación es baja en vista a las perspectivas del sector inmobiliario en España", sostiene el informe de UBS. En segundo lugar, explica que las estimaciones del Ejecutivo se han realizado con datos a junio de 2012, por lo que la cuantía será porque el deterioro y el volumen de los activos tóxicos ha aumentado desde entonces para el sector. En este sentido también apunta que es probable que el deterioro continuará en 2012 y 2013, y éste estará sujeto a la legislación anterior. Cambio de gestión Entre los peros que destaca UBS a la reforma se incluye también las ayudas a las fusiones a través de los bonos convertibles en acciones (CoCos), ya que a su juicio la debilidad económica podría suponer su materialización en títulos y que el Estado entrara en el capital de estos grupos, hecho que desincentiva un cambio en su gestión y hace menos atractiva su compra por parte de los bancos más fuertes, al margen de las entidades que ahora están nacionalizadas o intervenidas. Banco 'malo' El informe del banco suizo concluye con otro de los problemas a los que se enfrenta el sector español, que es su dependencia a la liquidez del Banco Central Europeo (BCE). Y con una recomendación: la creación de un banco malo en nuestro país, porque habría respaldado los procesos de integración. Credit Suisse también duda del endurecimiento de las provisiones, ya que, a su juicio, aunque la capacidad del sistema para hacer frente al saneamiento ha mejorado, los niveles de cobertura pueden ser cuestionados, porque están por debajo de los previstos inicialmente. El estudio del grupo suizo coincide con el de la mayoría sobre el impacto que tendrá en las principales entidades, que será manejable. Credit Suisse, KBW, Barclays y Morgan Stanley, entre otros, consideran que el Santander, BBVA, Bankinter, La Caixa, el Popular y el Sabadell tienen recursos suficientes para cumplir con la normativa en los plazos previstos. La incertidumbre surge con Bankia y Cívica, las otras dos cotizadas. Estiman que la primera requiere entre 6.000 y 10.000 millones. Todos los informes resaltan que uno de los resortes para que estos dos grupos cumplan es la conversión de preferentes y subordinadas en capital, pero advierten de que el importe depende del porcentaje, porque si las cajas socias pierden el control del 25 por ciento se tranformarán en fundaciones.