Aunque hasta finales de marzo no tomará las riendas de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), el Sabadell no quiere perder tiempo en su titánica tarea de darle la vuelta al balance de la alicantina que arroja pérdidas cercanas a los 2.000 millones y presenta una tasa de morosidad superior al 20 por ciento. La entidad que preside Josep Oliu no va a escatimar esfuerzos en ese empeño. Un total de once directivos de primer nivel se desplazaran a la sede de la entidad en Alicante para trabajar, codo con codo, con los actuales gestores del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob). Cuanto antes pare la hemorragia más fácil será frenar una sangría que en el caso de los depósitos han supuesto la pérdida de algo más de 11.500 millones de euros durante el mes de noviembre. Sin embargo, uno de los principales artífices de haber alcanzado esa cifra es el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez. Su sentencia, "la CAM es lo peor de lo peor" fue uno de los detonantes de que la situación de la entidad se agravara, que llevara a muchas entidades a retirarse de la puja ante la dificultad de explicar a sus accionistas las razones para interesarse por esa entidad y al Sabadell -único postor que al final se quedó a la entidad con unas generosas garantías- a hacer ahora una esfuerzo estratosférico con convertir en negros unos abultados números rojos. El trabajo que tiene los responsables de la entidad catalana no es fácil pero su larga experiencia en operaciones de este calada supone un aval para sacar a flote a una entidad a la que el Banco de España le había dado la estocada final. Hay que finiquitar ya el AVE a La Meca Es cierto que hay cambio de Gobierno y ha pillado justo en medio del proceso de firma del contrato del AVE a La Meca, la mayor licitación conseguida por un consorcio español fuera de nuestras fronteras, pero el nuevo equipo del Ministerio de Fomento debe de rubricar ya el concurso y aceptar la fecha del 14 de enero que Riad le ha propuesto, no sea que la cuestión se complique. Y más teniendo en cuenta el culebrón que ha vivido la candidatura española durante todo este proceso. Desde el otoño de 2010, cuando elEconomista publicó que era la máxima favorita para llevarse la licitación, hasta ahora se han dado varias veces por perdidas las posibilidades del grupo español frente a la candidatura gala. No hay que olvidar que el propio Nicolás Sarkozy, presidente francés, viajó en persona a Arabia Saudí para negociar con la Casa Real. Cualquier despiste del nuevo equipo de Ana Pastor puede ser aprovechado para contraatacar. Además, hay otra razón para firmar lo más rápido posible: intentar cumplir los plazos que se han establecido. Un tren de alta velocidad que en muchas fases de su recorrido cruza desierto puro y duro requiere unos avances y ajustes tecnológicos no conocidos en otras obras de las mismas características. Realizar el proyecto con tiempo permitirá al consorcio español tener el mayor margen posible ante cualquier imprevisto. Esta obra no sólo supone un contrato en sí mismo, es la punta de lanza para que la alta velocidad ferroviaria española se consolide definitivamente y de el salto a otros mercados tan atractivos como el norteamericano, donde el Plan Obama, que va con bastante retraso, prevé varias rutas de alta velocidad en las que encajaría perfectamente una propuesta española. También es la oportunidad para que Talgo desarrolle la última versión de su célebre Pato y, por qué no, intentar incluir avances tecnológicos que después pueda aplicar en el Avril, el tren de alta velocidad que el fabricante español de trenes quiere lanzar a medio plazo. El AVE de los Peregrinos sería la plataforma ideal para hacerlo.