CatalunyaCaixa y Duero-España son las últimas en sumarse a la guerra, con intereses del 5% y 4%Este producto ha sustituido a los depósitos para cubrir vencimientos ante el cierre del mercadomadrid. La lucha por los pagarés en el sector financiero español se agudiza y se está convirtiendo en la gran batalla por la captación de liquidez ante el cierre de los mercados, similar a la de los depósitos a principios de este año. El conjunto de las entidades ha lanzado al mercado este tipo de producto para obtener más de 66.000 millones en las sucursales, tanto de particulares como grandes fortunas y empresas. Las últimas en sumarse a esta guerra han sido CatalunyaCaixa y Duero-España, que ayer pusieron en marcha sus programas para buscar 2.100 millones y 500 millones, respectivamente. La mayor parte de los pagarés ofrece una rentabilidad inferior al 4 por ciento, aunque algunas antiguas cajas de ahorros han elevado el listón hasta el 8 por ciento, como Cajatres, aunque en su caso no van destinados a inversores particulares. CatalunyaCaixa paga hasta un 5 por ciento en función del importe y el plazo de vencimiento, mientras que Duero-España, hasta un máximo del 4 por ciento, según recoge la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La oferta de la catalana se trata de una renovación del anterior programa y es llamativa, porque ha sido recientemente nacionalizada al recibir 1.718 millones a cambio de un 90 por ciento del capital. El cierre de los mercados mayoristas a cal y canto para las entidades españoles, e excepción de pequeñas emisiones de bonos o cédulas de las grandes, ha obligado al sector a buscar alternativas para conseguir dinero con el cubrir los vencimientos de los próximos meses. La banca española tiene que hacer frente a compromisos de deuda cercanos a los 120.000 millones hasta finales de 2012. Esta cantidad aumenta hasta 200.000 millones hasta el cierre de 2013. Desde mayo, ningún banco ni ninguna caja ha podido acceder a los mercados para captar liquidez, en la que es hasta la fecha el mayor periodo de sequía desde que comenzó la crisis financiera y económica. Los pagarés permiten a las entidades esquivar la penalización impuesta por el Gobierno en julio a los depósitos de alta rentabilidad. Entonces, el Ejecutivo estableció un aumento de la contribución a los fondos de garantía por imposiciones a plazo con una remuneración superior al 3,1 por ciento al año para parar una guerra que estaba debilitando los márgenes operativos del sistema. Los mayores intereses en los pagarés son para relevantes cantidades de inversión, que superan los 30.000 euros en gran parte de los casos, y con vencimientos que alcanzan plazos de 15 o 18 meses. El Santander fue el primero que se lanzó a la caza de dinero a través de este instrumento. Tras él aparecieron el resto y han desatado una pelea sin precedentes en un instrumento que estaba destinado habitualmente a institucionales. Preocupación por la liquidez La mayor preocupación del sector y del Banco de España es la liquidez, más que el capital. El supervisor reclama de manera recurrente información, que llega a ser diaria, a las entidades sobre este asunto desde finales de agosto, momento en que estalló la incertidumbre sobre la situación de Italia y de España. Los inversores desconfían de la solidez de la banca y rehuyen de cualquier instrumento relacionado con este sector. Con esta incertidumbre, las entidades sólo pueden acudir a los clientes, a través de la red de sucursales, y al Banco Central Europeo (BCE) para captar recursos. La apelación al organismo emisor se ha incrementado en los últimos meses. En agosto se elevó un 34 por ciento y en septiembre se mantuvo en los mismos niveles, cercanos a los 70.000 millones. Muy pocas entidades han decidido no participar hasta el momento de la lucha por los pagarés. Destaca el Sabadell, banco que lanzó una emisión de bonos simples en las oficinas al 4,26 por ciento el mes pasado. Otras compaginan este producto con depósitos, como es el caso del Popular o de Bankinter, que cuentan con imposiciones a plazo cuya rentabilidad asciende al 4 por ciento anual, en función de la vinculación del cliente. El objetivo de captación en pagarés no es tan elevado, según sostienen fuentes internas de varias entidades. Simplemente han pedido autorización para obtener una financiación elevada por si la demanda supera las previsiones iniciales. Los bancos y las cajas suelen emitir de manera semanal cantidades de pagarés en función de la demanda de los clientes, que se va renovando. Los programas de BBVA y de Bankinter son los mayores de la historia en el sector, ya que los importes máximos ascienden a los 10.000 millones de euros. La situación de liquidez de cada uno es diferente. Mientras el primero tiene que afrontar unos vencimientos de 11.000 millones el próximo ejercicio, Bankinter tiene compromisos cercanos a los 3.500 millones, según datos de Bloomberg. Las entidades con mayores necesidades son el Santander, con más de 35.000 millones, y Bankia, con más de 17.000 millones. Kutxa es la única al que no le vence deuda en 2012.