De llevarse a cabo, esta medida costaría al contribuyente británico 65.800 millones londres. Los accionistas del Northern Rock celebran hoy una reunión extraordinaria que se plantea como decisiva para el futuro del banco, cuando cada vez suena con más fuerza la palabra nacionalización. Según explica la prensa británica, la Tesorería ya habría desarrollado un plan completo para hacerse con el banco y gestionarlo en el caso, cada vez más probable, de que no consigan vender la entidad. El Gobierno ya habría decidido incluso quien sería la persona encargada de dirigir el banco si se nacionalizara, se trata del ex consejero delegado de Lloyd's Ron Sandler, tal vez el experto más respetado de la City de Londres. Nadie duda de que Sandler sea la persona perfecta para esta situación pero sí sobre si el banco se debería nacionalizar o no. Ayer el líder de la oposición, el conservador David Cameron, reiteró que la nacionalización del banco sería un "fracaso" para el Gobierno. La nacionalización banco costaría a los contribuyentes 65.800 millones de euros, según informaba el diario Daily Telegraph. El plazo dado por la Comisión Europea para el Gobierno de Londres presente un plan de rescate para el banco prestamista termina el 17 de marzo. De momento ninguno de los dos pretendientes que presentaron una oferta por el banco, los consorcios de Virgin y del capital riesgo Olivant, ha conseguido un crédito para empezar a reducir la deuda del banco, que ya asciende a 25.000 millones de libras, por lo que la nacionalización parece cada vez más probable. La junta de accionistas de hoy tiene como objetivo tratar de recortar el poder de la Junta Directiva para vender o comprar activos sin su permiso, y poder controlar el futuro de la compañía. Se oponen a una venta a bajo precio de la entidad y a la nacionalización. La reunión la han convocado los dos principales accionistas de la entidad, los fondos de inversión libra SRM Global y RAB Capital. Deberán conseguir el 75 por ciento del apoyo de los inversores, algo que se plantea complicado. Los pequeños inversores decidirán.