El candidato socialista desautoriza al ministro Sebastián por sus críticas sobre la neutralidad de Felipe Gonzálezmadrid. La operación de Sacyr y Pemex en Repsol se complica cada día un poco más. A la oposición planteada en un primer momento por el Partido Popular se suma ahora la del candidato socialista, que había guardado silencio oficial hasta este momento. El candidato a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, se desmarcó ayer del apoyo tácito que había otorgado el ministro de Industria, Miguel Sebastián, cuando aseguró que Sacyr y Pemex garantizaban la españolidad en Repsol. Rubalcaba asegura en una entrevista con 'El País' que "Mi duda es que el resultado final de esta operación es que Repsol deje de ser una empresa española. La operación me suscita dudas, muchas dudas. Y lo que es más importante, temores". Con estas declaraciones se suma así a las críticas vertidas tambien la semana pasada en la 'Cadena Ser' por el ex presidente y actual consejero de Gas Natural, Felipe González, que recibió después una dura reprimenda del ministro Sebastián. Rubalcaba defiende en la entrevista al ex presidente tras las dudas de Sebastián sobre su neutralidad. "Me parecen unas declaraciones de todo punto improcedentes, porque cualquiera que conozca a Felipe González sabe que lo último que le preocupa a la hora de opinar es si está o no de consejero en una empresa". Ante este panorama, las posiciones de los dos principales candidatos en las elecciones del próximo 20 de noviembre parecen de oposición al jaque de Sacyr y Pemex, lo que fuerza aún más a la Comisión Nacional de Energía a estudiar la operación tras la petición realizada por Repsol y, posteriormente, secundada por Gas Natural. Por otro lado, ayer se recordó el compromiso de Repsol de mantener una participación superior al 50,01 por ciento en la filial argentina al menos hasta febrero de 2013, tal y como firmó en los contratos del año 2008 enviados a la SEC. Eskenazi es desde entonces el principal aliado de Repsol en YPF tras comprar un 14,9 por ciento de la filial argentina y se comprometió a alcanzar el 25 por ciento, como así ha hecho. Al margen de este pacto, la propia petrolera presidida por Antonio Brufau incluye YPF entre sus objetivos estratégicos y manifiesta en su plan estratégico Horizonte 2014 su intención de conservar al menos un 50 por ciento de la filial argentina en los próximos años. La petrolera estará obligada a mantener esta posición de control salvo que Eskenazi salde de forma anticipada el préstamo.»