Tenía que llevar al Parlamento la propuesta para estudiarla durante dos añosmadrid. El Gobierno tiene distintas sensibilidades en relación con la energía nuclear. Mientras el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, se declaró el más antinuclear de todo su gabinete; en las áreas económicas la posición es más tranquila, conscientes del coste que tendría el cierre de las centrales nucleares. Esta situación se está haciendo sentir en la elaboración del próximo programa electoral del PSOE, tal y como han indicado a este diario, fuentes conocedoras del mismo. Por un lado, se apuesta por el mantenimiento del mismo porcentaje de energía nuclear, lo que podría suponer nuevas centrales ya que el consumo eléctrico asciende y, por otro, se aboga por el cierre de las actuales. De hecho, la vicepresidenta anunció a principios de año que presentaría un calendario de cierre. Entretanto, el Ministerio de Industria ha comenzado a dar tímidos pasos en la planificación energética que, tal y como adelantó elEconomista, prevé mantener el mismo porcentaje de energía nuclear, lo que supondría la prórroga de Garoña a 50 años de vida útil. Industria parece que ha olvidado el compromiso alcanzado en la Mesa de Diálogo sobre la evolución de la energía nuclear en España en mayo de 2006. El ministerio pactó abrir dos fases de debate sobre la energía nuclear. La primera que iría en la planificación energética hasta 2017 y que parece ya finalizada y la segunda que se tenía que iniciar en esta legislatura en el Parlamento. El Gobierno tiene que proponer dentro de este informe un esquema metodológico para desarrollar la segunda fase del debate. El documento de planificación todavía no ha sido aprobado y la segunda fase, que debía ser "dirigida, impulsada y coordinada por el Parlamento" lo tendrá ya muy difícil porque se ha celebrado ya el último pleno de la Legislatura. El compromiso del Gobierno era abrir el debate, pero ahora ya será dificil iniciar esta labor en el Parlamento. Los grupos parlamentarios elaborarán las iniciativas normativas y de todo tipo necesarias El horizonte con el que trabajan las empresas es poder volver a utilizar los terrenos de algunas de las actuales centrales nucleares para inicier nuevos proyectos en un plazo de 3 o 4 años.