El fabricante estadounidense se ve obligado a subir preciosnueva york. En plena lucha por la supervivencia ante la avanzadilla asiática, General Motors se ha visto obligado a tomar medidas que seguramente no le ayudarán demasiado a mejorar sus ventas. El mayor fabricante automovilístico de EEUU se ha visto obligado a incrementar el precio de sus vehículos alrededor de un 1,5 por ciento para poder hacer frente al elevado coste de materias primas como el acero. Desde ayer todos los modelos de 2008 del fabricante que lleguen a los concesionarios aumentarán su precio entre 100 y 500 dólares en buena parte de los coches, aunque en algunos casos como en el Cadillac XLR, la subida alcanzará los 1.500 dólares. Durante el pasado noviembre, las ventas de GM en EEUU cayeron un 11 por ciento si se comparan con las registradas un año antes, mientras que en lo que llevamos de año sus ventas han descendido un 6 por ciento. Esta decisión de subir sus precios probablemente impedirá a la compañía atraer nuevos clientes con suculentos descuentos como ha hecho en anteriores ocasiones.