Helsinki amenaza con no ayudar a Grecia si la UE veta un pacto sobre garantías Helsinki amenaza con no ayudar a Grecia si la UE veta un pacto sobre garantías atenas. Sigue complicándose la situación de Grecia. La exigencia de garantías bilaterales por parte de diversos países de la eurozona -a semejanza del pacto alcanzado entre el país heleno y Finlandia- ilustra las diferencias que se viven en el seno de la región, amenazando con retrasar la concesión de las ayudas a Grecia. Por este motivo, desde Alemania el Gobierno reprendió ayer a Finlandia por pedir garantías bilaterales a Grecia, y le advirtió de que tendrá que contar "con la aprobación de la eurozona". "Este acuerdo bilateral no debe cerrarse en detrimento del resto", declaró un portavoz del Ejecutivo. En concreto, el país nórdico pactó con Atenas que un 20 por ciento de sus préstamos esté respaldado con efectivo. "Veo la discusión sobre condiciones especiales con gran preocupación. Eso no nos ayuda", aseguró el portavoz. Alemania, asimismo, acusa a Finlandia de un trato discriminatorio para los otros países de la región. A pesar de las amenazas que llegan desde la locomotora de la zona euro, Finlandia no se resiste, y ayer su primer ministro, Jyrki Katainen, advirtió que su país no participará en el segundo rescate heleno si sus socios europeos vetan el pacto bilateral entre Helsinki y Atenas. En declaraciones a la prensa local, Katainen reconoció que será "políticamente difícil" lograr el visto bueno de la eurozona a este pacto, pero aseguró que sin las garantías acordadas, no darán el visto bueno al segundo plan de ayuda supranacional a Atenas. "Mi Gobierno ha tomado la decisión de exigir esas garantías para limitar nuestra propia responsabilidad. Son un requisito para que participemos en un posible rescate del que queremos formar parte", sentenció Katainen. "Nuestro acuerdo con Atenas seguramente aumentará las presiones políticas en otros países. Desde luego, no es lo que pretendemos, pero así es la realidad política de Finlandia", señaló Katainen. Mientras tanto, el ministro de Finanzas griego, Evangelos Venizelos, instó ayer a la eurozona a que resuelva el conflicto cuanto antes para evitar un eventual cuestionamiento de todo el plan de ayuda. La intención manifestada por "muchos países de la zona euro" de exigir garantías a Grecia, al igual que lo ha hecho Finlandia, "cambia las cosas", señaló el ministro en una conferencia de prensa. La zona euro "debe lanzar un mensaje claro y firme (...) queremos una solución que permita a Finlandia participar pero lo esencial es no perturbar las relaciones de la eurozona con los mercados y no poner en duda la credibilidad y la eficacia" del plan de ayuda, agregó. Ante las dudas que se presentan, la agencia de calificación Moody's advirtió ayer de que los enfrentamientos entre los distintos miembros de la eurozona amenaza con retrasar la concesión de las ayudas a Grecia, lo que podría provocar el impago del país heleno. En este sentido, desde la entidad de calificación advierten que, si se generalizasen, estos acuerdos serían negativos para el perfil crediticio de Grecia y de otros países que están recibiendo ayudas supranacionales.atenas. Sigue complicándose la situación de Grecia. La exigencia de garantías bilaterales por parte de diversos países de la eurozona -a semejanza del pacto alcanzado entre el país heleno y Finlandia- ilustra las diferencias que se viven en el seno de la región, amenazando con retrasar la concesión de las ayudas a Grecia. Por este motivo, desde Alemania el Gobierno reprendió ayer a Finlandia por pedir garantías bilaterales a Grecia, y le advirtió de que tendrá que contar "con la aprobación de la eurozona". "Este acuerdo bilateral no debe cerrarse en detrimento del resto", declaró un portavoz del Ejecutivo. En concreto, el país nórdico pactó con Atenas que un 20 por ciento de sus préstamos esté respaldado con efectivo. "Veo la discusión sobre condiciones especiales con gran preocupación. Eso no nos ayuda", aseguró el portavoz. Alemania, asimismo, acusa a Finlandia de un trato discriminatorio para los otros países de la región. A pesar de las amenazas que llegan desde la locomotora de la zona euro, Finlandia no se resiste, y ayer su primer ministro, Jyrki Katainen, advirtió que su país no participará en el segundo rescate heleno si sus socios europeos vetan el pacto bilateral entre Helsinki y Atenas. En declaraciones a la prensa local, Katainen reconoció que será "políticamente difícil" lograr el visto bueno de la eurozona a este pacto, pero aseguró que sin las garantías acordadas, no darán el visto bueno al segundo plan de ayuda supranacional a Atenas. "Mi Gobierno ha tomado la decisión de exigir esas garantías para limitar nuestra propia responsabilidad. Son un requisito para que participemos en un posible rescate del que queremos formar parte", sentenció Katainen. "Nuestro acuerdo con Atenas seguramente aumentará las presiones políticas en otros países. Desde luego, no es lo que pretendemos, pero así es la realidad política de Finlandia", señaló Katainen. Mientras tanto, el ministro de Finanzas griego, Evangelos Venizelos, instó ayer a la eurozona a que resuelva el conflicto cuanto antes para evitar un eventual cuestionamiento de todo el plan de ayuda. La intención manifestada por "muchos países de la zona euro" de exigir garantías a Grecia, al igual que lo ha hecho Finlandia, "cambia las cosas", señaló el ministro en una conferencia de prensa. La zona euro "debe lanzar un mensaje claro y firme (...) queremos una solución que permita a Finlandia participar pero lo esencial es no perturbar las relaciones de la eurozona con los mercados y no poner en duda la credibilidad y la eficacia" del plan de ayuda, agregó. Ante las dudas que se presentan, la agencia de calificación Moody's advirtió ayer de que los enfrentamientos entre los distintos miembros de la eurozona amenaza con retrasar la concesión de las ayudas a Grecia, lo que podría provocar el impago del país heleno. En este sentido, desde la entidad de calificación advierten que, si se generalizasen, estos acuerdos serían negativos para el perfil crediticio de Grecia y de otros países que están recibiendo ayudas supranacionales.