La multinacional química belga opta finalmente por Lisboa por los costes laborales más bajos y las ayudas públicasbarcelona. La multinacional química belga Solvay se ha decantado por la capital portuguesa, Lisboa, para ubicar su nuevo centro de control financiero y de recursos humanos a nivel mundial. La ciudad de Barcelona, donde Solvay dispone de su sede central de la filial ibérica que engloba España y Portugal, no ha superado el proceso de estudio. Así lo desveló ayer el director general de la compañía, Luis Serrano, que justificó la elección de Lisboa por los inferiores costes salariales, las ayudas recibidas por la administración y la falta de formación universitafria en el sector químico catalán. Solvay Ibérica prevé un estancamiento en su facturación en 2008 alrededor de los 720,1 millones de euros, cifra con la que cerrará 2007 tras un crecimiento del 9,1 por ciento respecto a 2006. Solvay prevé invertir 40 millones en 2008 para modernizar las plantas españolas, sobre todo la de Martorell y Torrelavega. Serrano señaló como amenazas los costes energéticos españoles y la inflación, sobre la que advirtió de las dificultades para absorber su impacto cuando otros países europeos tienen menor inflación y los precios a los que vende la compañía son los mismos en los diferentes mercados. "Si no tenemos energía barata y fiable es un problema para España porque va perdiendo ritmo", dijo. Serrano afirmó que las fábricas españolas de Solvay son rentables. Sin embargo, a finales de año cerrará la planta en Tarragona, con 22 trabajadores y dedicada a la fabricación de hidroclorofluorocarburos, que nacieron como sustituto de los CFC pero cuya producción se prohibirá en Europa en 2009. El cierre implicará despidos y recolocaciones.