Tremonti se reúne hoy con Juncker y mañana el primer ministro recibe a los agentes socialesMilán. En un día crucial para la resistencia, Italia se pone delante de los ataques de la especulación. El Ejecutivo transalpino se juega su supervivencia y la estabilidad del país en un puñado de reuniones que se celebran hoy entre Roma y Luxemburgo. El primer ministro Silvio Berlusconi, impulsado por el presidente de la República, ha decidido presentarse por fin delante del Parlamento para hablar de la crisis y de las críticas al Gobierno de empresarios, sindicatos y banqueros que le exigen nuevas medidas para relanzar el crecimiento. Mientras tanto, el titular de Economía italiano, Giulio Tremonti, se reunirá con el presidente del Eurogrupo y jefe del Gobierno de Luxemburgo, Jean-Claude Juncker, para tratar la situación económica italiana. Con un país que no consigue salir del ojo del huracán de los mercados, la política romana se ha puesto las pilas después de semanas de calma irreal. Mientras el gobernador del Banco Central y futuro presidente del BCE, Mario Draghi, subía ayer por segunda vez en pocos días al Quirinale -el Palacio de la Presidencia de la República-, Tremonti decidió convocar con gran urgencia al Comité para la estabilidad financiera que comprende representantes de su ministerio, del Banco de Italia, de la CNMV local y del Instituto de vigilancia de los seguros privados. Sobre la mesa, el diferencial entre los Btp italianos y los bund alemanes que acaba de subir hasta los 385 puntos básicos, a apenas 15 puntos de los bonos españoles. Y si los inversores siguen teniendo la Bolsa de Milán en el punto de mira (Piazza Affari marcó ayer su mínimo en tres años), la Comisión Europea intentó apaciguar los ánimos. La portavoz, Chantal Hughes, se declaró "totalmente confiada" en las medidas tomadas por el Gobierno italiano y explicó que sobre el diferencial de los títulos de Estado "no hay pruebas de cambios dramáticos". "La situación de Italia es muy similar a la de España. Ambos países están en el buen camino. No tenemos preparados planes de rescate" añadió Hughes. Sin embargo, los problemas de Italia, más que por su enorme deuda, parecen causados por la escasa credibilidad del Ejecutivo. Berlusconi, desgastado por los escándalos y acusado de varios delitos, ha pasado las últimas semanas en la sombra dejando el escenario a su titular de Economía, Giulio Tremonti. Sin embargo, justo en la fase delicada posterior al ajuste de 48.000 millones de euros, Tremonti ha tropezado en una investigación por corrupción que afecta a su brazo derecho. Si a esto se añade el hecho de que las relaciones entre los dos líderes de la derecha están cada día más tensas el cuadro de la inestabilidad italiana es completo. Con los problemas de Roma, que siguen afectando al mercado en Milán, empresarios, banqueros y sindicatos han levantado la voz. En un Manifiesto para el crecimiento piden al primer ministro nuevas medidas para relanzar la economía. Después de presentarse en el Parlamento, Berlusconi tendrá que reunirse mañana también con ellos.