madrid. Colaboradores en las piezas del coche de Renault de Fórmula 1, acompañantes de Gamesa en su expansión por Estados Unidos, fabricantes de un sistema de gestión de combustibles para Gas Natural, creadores de un índice de capacidad innovadora... El grupo galo Altran lleva ya cinco años en España ayudando a las empresas a innovar. Su presidente ejecutivo, José Ramón Magarzo, analiza las posibilidades de su empresa en un sector que, según dice, "se tiene poco en cuenta". P En su origen Altran actuaba como un 'holding' agrupando empresas con su propia marca que hasta competían entre si. ¿Cómo han conseguido fusionarlas todas? R Cuando yo me incorporé en 2006 tenía el mandato de llegar a conseguir una compañía lo más integrada bajo la marca Altran. Lo que hicimos fue ir agrupando empresas con competencias parecidas, juntando a la gente para que se conociera y viendo que tenían más que ganar que perder. En esta transformación interna también se mantenía la actividad del día a día del negocio. El último paso fue la fusión legal de las compañías. Curiosamente, ya hay un caso del Instituto de Empresa que explica este modelo de integración. P Y ahora que ya están asentados, ¿Han pensado en potenciar la marca de la compañía? R La verdad es que no. Una marca tarda años en posicionarse. Eso lo vamos hacer poco a poco. Nos importan más las referencias, que nos recomiende un cliente satisfecho a otro. Queremos que igual que asocias McKinsey a estrategia y Coca Cola a la alegría de vivir, se nos asocie de forma directa con la innovación. P ¿Por qué es tan importante la innovación? R La cultura de innovación me parece crítica para sacar adelante un país. Está demostrado estadísticamente que los países innovadores son los que más crecen y los que tienen una mejor sostenibilidad. Los que menos, siempre se quedan por detrás. P Según su índice de innovación, España está en el puesto 11, por detrás de países como Irlanda ¿Tan mal lo hacemos? R España tiene un sistema fiscal de subvenciones y eso debería fomentar la innovación. Sin embargo es el sector público es el que más inversiones está haciendo en I+D+i. El sector privado apenas apuesta por este campo. P Quizás el problema sea que ya no hay dinero... R Lo que pasa es que en España hay poca mentalidad de innovación y mucho miedo al riesgo. Además, hay demasiadas pymes con poca capacidad y nada dadas a asociarse. P ¿Y la crisis? R La crisis tiene dos problemas. Hay menos oportunidades y los márgenes se aprietan. Hay que aprender hacerlo por menos y eso los clientes lo saben. P ¿Qué pueden esperar los clientes al trabajar con Altran? R Trabajamos para implantar mejoras en la organización, en los procesos, en la gestión e incluso en el ciclo de lanzamiento de nuevos productos. Intentamos entender qué ha pasado en el mercado y adaptarnos y adelantarnos a los cambios. P ¿Eso es trabajo de ingenieros? R El Grupo Altran tiene 2.000 empleados y la verdad es que la mayoría son ingenieros. Son ellos los que hacen progresar el mundo. Y aunque no entiendo cómo lo hacen, me parece apasionante. P ¿Han notado la fuga de cerebros? R Desgraciadamente, la gente más joven que estudiaba una ingeniería tenía unas expectativas muy altas de lo que querían hacer. Estos dos últimos años, se han tenido que bajar los humos. Aún así, trabajamos intensamente con el MIT de Boston con el que tenemos un partnership y con la Universidad de Harvard. P Y los que están en Altran ¿Tienen algún invento en marcha? R Nosotros creemos que si estamos comprometidos con la innovación, tenemos que estar metidos en proyectos de una ingeniería y tecnología muy avanzada. Por eso estamos metidos en el Solar Impulse, un avión que vuela únicamente con energía solar, un helicóptero que se transforma en el aire para aterrizar en vertical... Aunque en realidad la innovación que se suele asimilar con la ingeniería es algo mucho menos alejado. P ¿A qué otros campos se puede aplicar? R Pues en uno tan próximo como es la banca. Por ejemplo, ahora estamos haciendo un proyecto para que una entidad financiera líder en España pueda expandirse en nuevos mercados con una inversión mínima. Estamos creando un diseño para que en vez de abrir una sucursal, con instalar una terminal con un asesor, el banco pueda hacer operaciones y transacciones. P ¿Hacen nuevas patentes con sus proyectos? R No lo estamos haciendo, pero podríamos llegar hacerlo. Una compañía del grupo, Cambridge Consultants, que trabaja en el Reino Unido, sí lo hace. Así que si alguna empresa lo usa, tiene que pagar. P ¿Cuáles son los planes de futuro para Altran? R Hemos superado las expectativas. La idea es seguir creciendo en torno a un 10 por ciento en unos 5 años aproximadamente apostando por los clientes ya existentes y acompañándoles en sus aventuras internacionales. De hecho, a veces colaboramos con nuestros compañeros de Altran de esos países.