La petrolera se refuerza en Gas Natural para no diluirse con Sonatrachmadrid. El conflicto en Libia que provocó la paralización de las operaciones de la petrolera en el país ya ha tenido sus efectos en las cuentas del grupo, al provocar una merma de 110 millones netos sobre su beneficio hasta junio. No obstante, la petrolera ha conseguido mantener sus ganancias y elevar su resultado neto un 0,4 por ciento, hasta los 1.344 millones, mientras que el resultado de explotación alcanzó los 2.722 millones, lo que supone un 9,2 por ciento menos que en el mismo periodo de 2010. En una conferencia ante analistas, el director financiero de la petrolera, Miguel Martínez, explicó que de momento y con la información de que dispone a día de hoy la petrolera no hay intención de reiniciar las operaciones. No obstante, la petrolera retomará sus trabajos cuando concluya el conflicto derivado de las revueltas para que Muamar Gadafi abandone el poder. Además, la producción de la petrolera también se vio golpeada por las huelgas en Argentina, que provocaron que YPF dejara de ganar 210 millones. Por el momento, la compañía no espera más conflictos sociales en el Sur de América. En cuanto a la desinversión en su filial argentina aseguró que el grupo no reducirá su participación más allá del 55 por ciento porque, rematadas las pequeñas ventas entre inversores locales y el derecho de compra sobre un 1,6 por ciento del que dispone Eton Capital, Repsol pasará de controlar un 57,4 por ciento de YPF a un 55 por ciento. En cuanto a la evolución de su negocio de upstream, la petrolera ratificó que a final de año comenzará a perforar pozos en Cuba, a pesar de las tensiones con la diplomacia americana. Por otro lado, la ampliación de la refinería de Cartagena entrará en funcionamiento en agosto o septiembre, mientras que la de Bilbao lo hará en octubre. Las mejoras en las dos instalaciones elevarán los márgenes de la compañía sobre la actividad de refino. En cuanto a su participada Gas Natural Fenosa, la petrolera ha comprado 10 millones de acciones de la gasista para evitar la dilución que tendrá lugar como consecuencia de la ampliación de un 3,8 por ciento aprobada para que entre Sonatrach y acabar con el conflicto por los precios del gas. La compañía busca mantenerse por encima del 30 por ciento para poder consolidar esta participación en sus cuentas como hasta ahora.