nueva york. El buque insignia de la banca de inversión, Goldman Sachs, decepcionó a más de uno al presentar ayer un beneficio de 1.050 millones de dólares (766 millones de euros) en su segundo trimestre fiscal, menos de lo que esperaba el mercado. Sin embargo, la guinda del pastel llegó con sus ingresos netos, que se desplomaron entre abril y junio un 18 por ciento, hasta 7.200 millones de dólares (5.200 millones- si lo comparamos con el mismo trimestre del ejercicio anterior. La debilidad de sus mesas de inversión, el pulmón de negocio de la entidad, y la volatilidad que reina en el mercado son algunas de las razones que justifican este batacazo para la compañía capitaneada por Lloyd Blankfein. nueva york. El buque insignia de la banca de inversión, Goldman Sachs, decepcionó a más de uno al presentar ayer un beneficio de 1.050 millones de dólares (766 millones de euros) en su segundo trimestre fiscal, menos de lo que esperaba el mercado. Sin embargo, la guinda del pastel llegó con sus ingresos netos, que se desplomaron entre abril y junio un 18 por ciento, hasta 7.200 millones de dólares (5.200 millones- si lo comparamos con el mismo trimestre del ejercicio anterior. La debilidad de sus mesas de inversión, el pulmón de negocio de la entidad, y la volatilidad que reina en el mercado son algunas de las razones que justifican este batacazo para la compañía capitaneada por Lloyd Blankfein. nueva york. El buque insignia de la banca de inversión, Goldman Sachs, decepcionó a más de uno al presentar ayer un beneficio de 1.050 millones de dólares (766 millones de euros) en su segundo trimestre fiscal, menos de lo que esperaba el mercado. Sin embargo, la guinda del pastel llegó con sus ingresos netos, que se desplomaron entre abril y junio un 18 por ciento, hasta 7.200 millones de dólares (5.200 millones- si lo comparamos con el mismo trimestre del ejercicio anterior. La debilidad de sus mesas de inversión, el pulmón de negocio de la entidad, y la volatilidad que reina en el mercado son algunas de las razones que justifican este batacazo para la compañía capitaneada por Lloyd Blankfein.