Los ministros rechazan la creación de una Autoridad Europea para este mercado bruselas. Ninguno de los países de la UE puso ayer en duda que al apolillado mercado de las Telecomunicaciones le falte una mano de pintura y un nuevo aire que lo abra a la competencia y ofrezca más posibilidades a sus consumidores. Pero la CE no ha conseguido más que el apoyo de los países de la UE a la definición de sus objetivos sin despertar ningún entusiasmo por las medidas propuestas para conseguirlos. Los ministros de Telecomunicaciones de la UE han tumbado a la primera de cambio los planes de la CE de liberar este mercado dominado por operadores históricos como Telefónica o Deutsche Telekom. Pero cuando estudiaban por primera vez la propuesta presentada por Bruselas, los ministros rechazaron una de las medidas clave, la de crear una Autoridad Europea del Mercado de las Telecomunicaciones. Su creación ha sido recibida con escepticismo por los Gobiernos, que lo han tachado de innecesaria y se han mostrado dispuestos a defender el papel de sus reguladores nacionales y a evitar un aumento de la burocracia. Ésta no fuela única oposición al paquete de liberalización. España rechazó la medida que obligaría a empresas como Telefónica a separar la gestión de las redes, del abastecimiento de servicios.