esde su adolescencia ha cultivado su pasión por el vino y ha sido uno de los grandes pioneros en innovar y elaborar en España vinos varietales a partir de Syrah, Pedir Verdot, Merlot y Cabernet Sauvignon. Actualmente, este ingeniero agrónomo nacido en Sevilla preside la sociedad Pagos de Familia Marqués de Griñón, propietaria de diferentes negocios vitivinícolas a los que siempre les ha aportado un carácter innovador y elegante. Asimismo es presidente de Grandes Pagos de España, vicepresidente de la Academia Española de Gastronomía, presidente de la Academia Castellano-Manchega de Gastronomía y miembro numerario de las cofradías de vino de Rioja, Penedés, Burdeos, Borgoña y Champagne. También se dedica a la obtención de aceite virgen extra de alta calidad. P ¿En qué momento se encuentran los vinos españoles? R En estos momentos se vive un doble filo. El mercado del vino está decreciendo en su consumo. Nos encontramos en un consumo de 24 litros al año por persona, cuando en años anteriores esta cifra era el doble. Sólo se mantiene el consumo en los vinos de menor calidad y por tanto de menos precio. Donde sí triunfamos es en el exterior y nuestros vinos empiezan a estar muy solicitados. P ¿A qué se debe este bajo consumo del vino en España? R Especialmente a las preferencias de los jóvenes. Bebidas como la cerveza, el whisky, el ron o la ginebra han sustituido al vino. A los jóvenes no les parece atractivo, creen que es caro y hay un gran desconocimiento. P ¿Somos competitivos? R A veces nos olvidamos del paquete completo del vino. Este ha de ser diseñado no en función de las opiniones de los productores sino en función de las necesidades del mercado. Somos competitivos en precio-calidad, algo que nos favorece en el mercado exterior. Pero la demanda está cambiando y se nos exige cada vez más. Tenemos que invertir en marketing, en redes de distribución y promoción; algo que supone grandes inversiones y probablemente los resultados tardarán en llegar. Los vinos que no son españoles son más caros, pero lo que está claro es que nuestros vinos no se encuentran en la carta de muchos restaurantes del extranjero y eso es lo que tenemos que conseguir. P ¿Cuál es el principal mercado a conquistar por nuestra industria vinícola? R El principal es EEUU, pero el mercado asiático y la India son mercados con un enorme futuro. P ¿Qué vinos españoles son los más aceptados? R Nuestros vinos eran los grandes desconocidos, se exportaban los llamados vinos tranquilos, especialmente vinos de Rioja, que en el exterior son los líderes. Tenemos que ofrecer al mercado más denominaciones de origen. P ¿Blanco o tinto? R A mí me encanta tomar con cada plato el vino adecuado. La grandeza de la gastronomía española tiene un maridaje perfecto con nuestros vinos. Jamás tomaría unas ostras o un buen marisco con un vino tinto. P ¿Cómo se plantean conquistar a los jóvenes? R Los jóvenes son nuestra asignatura pendiente. Según la última encuesta sólo un 10 por ciento de jóvenes de entre 18 y 30 años consumen vino de forma regular. Yo pienso que entre todos debemos pensar como hacerlo atractivo y moderno a través de nuevos diseños y de nuevas etiquetas. Para los jóvenes, el vino está asociado a cierta madurez. Consideran que necesitan cierto grado de conocimiento para beberlo y, aunque no lo suelen tomar habitualmente, existe un importante componente aspiracional, esto es, que no descartan y aspiran a poder disfrutarlo en el futuro como se merece. Uno de mis grandes objetivos es el enoturismo, unir la cultura del vino a la gastronomía, a los viajes, enseñar la viña y hacer catas. P ¿Qué opina de las políticas que restringen el consumo y la publicidad del vino? R Se intentó hacer una ley pero finalmente se retiró. El vino no se puede considerar jamás como una bebida alcohólica. El vino es un alimento, una bebida con una historia de más de 7.000 años que ha acompañado al hombre, tiene una carga cultural muy importante. Además, es la bebida de la moderación. La diferencia entre la bondad del vino y el veneno es su moderado consumo. También está demostrado que es una gran medicina para la salud, especialmente, en problemas cardiovasculares. P ¿Se consiguen objetivos en las ferias, como en la recientemente celebrada Iberwine? R La sorpresa de esta edición ha sido la gran calidad de los vinos y la presencia de vinos portugueses, argentinos y de Uruguay. Una de las conclusiones es que no estamos invirtiendo lo suficiente, tenemos que conquistar a EEUU, líder mundial en el consumo de vino. El gran objetivo de Iberwine es llevar la feria a Miami el próximo año, a Nueva York, Chicago, San Francisco y Los Ángeles. Vamos a acercar nuestros vinos al mercado potencial americano. Creo que será un gran logro. Elevar las exportaciones de vino español de calidad y situarnos entre las mejores ferias de Europa. Es difícil cambiar la imagen que se tiene fuera de los vinos españoles, en comparación con los prestigiosos franceses e italianos. Se asocia con vino barato y a granel, a pesar de que por relación calidad/precio supera a los caldos foráneos. De ahí la importancia de la proyección internacional de IberWine.