El tema es recurrente desde hace tiempo y casi siempre se llega a la misma conclusión: el precio de la banda ancha en España es de los más elevados de Europa. Y también del mundo. La OCDE actualizó ayer sus Perspectivas de Comunicación con unos datos que pueden conducir a engaño: las tarifas de la conexión a Internet fija en España son las más altas de los países más desarrollados si se incluye el coste de línea. Así, España se codea con Chile, Corea y Nueva Zelanda, con precios superiores a los 31,3 euros al mes, frente a los 9,51 euros que, por ejemplo, se cobra en Estonia. Lo que los informes internacionales no pormenorizan es la realidad de mercado que afecta a España, en el que las tarifas planas de voz y datos forman parte del mismo concepto. Por el contrario, en la mayor parte de los mercados se comercializan dichos servicios de forma independiente. De lo anterior se desprende que las ofertas empaquetadas que abundan en España impiden establecer comparaciones transparentes. De esa forma, la suma de las tarifas de voz y de datos en otros países del mundo situaría a España en una zona más acorde con la realidad y, posiblemente, en una franja alejada de los extremos. Además, el mercado español sale muy bien retratado en la foto internacional del sector en cuanto a penetración de banda ancha móvil y velocidades de las conexiones, tanto de Internet fijo como móvil. Satocan se une a los "indignados" de Sacyr Más vale tarde que nunca, ha debido de pensar Juan Miguel Sanjuan, presidente de la constructora canaria Satocan, que al igual que el empresario madrileño Juan Abelló se ha adherido finalmente a la demanda judicial presentada por Demetrio Carceller, presidente de Disa, en el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Madrid. El deseo de los tres accionistas, que en conjunto controlan el 25,3 por ciento del capital de la sociedad, no es otro que impugnar el nombramiento de los dos nuevos vocales en representación del presidente, Luis del Rivero, y consejero delegado, Manuel Manrique, decisión aprobada por el consejo de administración el pasado 11 de mayo. El empresario canario, cofundador de la constructora junto a Del Rivero y José Manuel Loureda, se suma así a la batalla por acceder a los puestos directivos de control de la constructora, máximo accionista de Repsol con el 20 por ciento del capital. Sorprende el respaldo a última hora de Sanjuan, que pese a tener sindicadas sus acciones con Demetrio Carceller ha mantenido un papel secundario en la agria disputa accionarial abierta.