Compra, junto a dos socios, un tercio del Shinsei, que rebajó un 40 por ciento sus beneficios por efecto de las 'subprime'madrid/LOndres. Parece que en los últimos tiempos al Santander le agrada participar en consorcios para comprar parte de un tercero. Al igual que en el caso de ABN Amro, ha vuelto a elegir dos socios de peso: la reaseguradora suiza Swiss Re y el inversor Christopher Flowers, que ha cimentado su reputación recuperando entidades que atravesaban momentos adversos, que también está pujando en la actualidad por Northern Rock y que ha adoptado el rol de líder en este trío. Los tres inversores han reunido más de 1.200 millones de euros para hacerse con el 32,6 por ciento de Shinsei Bank, en el que el banco español ya poseía un 4,8 por ciento, según publicó ayer Financial Times. Aunque, a primera vista, pueda parecer extraño que el Santander aumente su inversión en un banco que ha reconocido estar infectado por las hipotecas de alto riesgo -su beneficio cayó hasta un 40 por ciento en los primeros seis meses de su ejercicio fiscal, es decir, unos 72 millones de euros-, se debe mirar un poco más allá para comprender la operación. Y es que la entidad japonesa llegó a ser una de las corporaciones más lucrativas en el ámbito del capital riesgo, a pesar de que en los últimos tiempos sólo le ha provocado pérdidas al banco que preside Emilio Botín. Además, el grupo inversor de Flowers está especializado en este tipo de situaciones. No en vano, ya ayudó a reflotar el propio Shinsei hace ya siete años. Abbey cancela una emisión El banco británico controlado por Banco Santander, se ha convertido en la tercera empresa financiera en cancelar esta semana una emisión de cédulas debido al temor a que aumenten las provisiones. De esta manera, Abbey National Bank pospuso la venta por las "pobres" condiciones del mercado, dijo una portavoz de la entidad. También AIB Mortgage Bank, una filial de Allied Irish, retiró el martes una venta de bonos en euros y Ahorro y Titulización, una inversora controlada por cajas de ahorro, decidió cancelar otra emisión el pasado día 16. Cabe resaltar que los inversores están exigiendo a los bancos que venden bonos las más altas primas de riesgo de los últimos doce años, que es el tiempo que lleva Merrill Lynch reuniendo estadísticas al respecto. La prima de riesgo sobre contratos para cubrir riesgo crediticio de la deuda de bancos europeos tocó ayer a un máximo histórico al preocupar que las entidades financieras provisionen más de 50.000 millones de dólares en todo el mundo por pérdidas en hipotecas. "Nombres muy sólidos están posponiendo operaciones por las recientes incertidumbres sobre los balances bancarios'', aseguró Florian Hillenbrand, analista de UniCredit. "Es una señal muy desafortunada para el mercado".