El Ibex 35 es el que resiste mejor en Europa a las caídas, aunque 16 valores del IGBM cerraron en mínimos del añoEl Ibex 35 es el que resiste mejor en Europa a las caídas, aunque 16 valores del IGBM cerraron en mínimos del añoEl Ibex 35 es el que resiste mejor en Europa a las caídas, aunque 16 valores del IGBM cerraron en mínimos del añomadrid. La crisis de deuda de los países periféricos se ha convertido en todo un pastel, que lleva ya muchos meses indigestando a los inversores. Ingredientes no le faltan. Las dudas sobre la situación de Grecia; los últimos recortes de rating al país heleno; la advertencia a Italia de que su crédito está en entredicho; el gran descenso de la producción manufacturera en China (el nivel más bajo en diez meses) y el vuelco electoral en España con la indefinición de un gobierno sin fuerza y un aspirante que parece esperar que su contrincante quede noqueado llevaron a las grandes bolsas europeas a cerrar con grandes descensos. A pesar de este último ingrediente añadido, el Ibex 35 fue el que mejor resistió aunque perdió el soporte de los 10.200 puntos, tras ceder un 1,4 por ciento y cerrar en los 10.082. Lo mismo ocurrió en Suiza, que no debía perder el suelo de los 6.480 puntos, el Ftse 100 inglés y el Dax alemán que cedieron sus soportes establecidos en los 5.850 puntos y en los 7.250 puntos, respectivamente. Las dudas del mercado llevaron al Ibex 35 a cerrar en su nivel más bajo desde mediados del mes de enero. Sin embargo, pese a los descensos, el indicador se encuentra todavía a un 6,8 por ciento del mínimo anual anclado en los 9.437 puntos y se mantiene en 2011 con ganancias del 2,2 por ciento. Peor balance fue el que experimentó la prima de riesgo española, que se disparó desde los 242,5 del pasado viernes a los 250 puntos básicos (ver página 6 del tema del día). Y es que los peligros volvieron a divisarse en el mercado de deuda después de que el pasado viernes la agencia de calificación Fitch rebajara el rating de Grecia hasta B+ y de que horas más tarde Standard & Poor's decidiera también recortar la perspectiva de crédito de Italia a negativa desde estable por su débil panorama de crecimiento y menores posibilidades de que el país logre recortar su enorme deuda. Razones que también han puesto en peligro el termómetro del riesgo de ambos países. Este nuevo repunte del riesgo soberano no hizo más que alimentar las ventas en el parqué del Viejo Continente (ver gráfico). Ningún valor se mantiene firme A la espera de que los expertos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de la Unión Europea revisen el nuevo programa de ayuda a Grecia, las principales plazas bursátiles europeas se tiñeron de rojo. "La falta de consenso entre el BCE y los distintos países sobre la solución al problema de Grecia, y la falta de liquidez del país heleno que no le permite hacer frente a los vencimientos de junio, son aspectos que no hacen más que echar más leña al fuego (al riesgo soberano)", asegura Nuria Álvarez, analista de Renta 4. Así, Italia fue ayer el mercado más castigado al dejarse más de un 3 por ciento, hasta los 20.532 puntos, seguidos de Francia y Alemania que cedieron al cierre de la jornada alrededor de un 2 por ciento (ver gráfico). En el caso español, este nuevo brote de crisis periférica llevó a todas las compañías que componen el Ibex 35 a cerrar con pérdidas. ACS, Inditex, Criteria y Ebro Foods fueron las que mejor sobrevivieron al ataque bajista, mientras que IAG y BME fueron los valores más penalizados de la sesión con descensos superiores al 4 por ciento. En el caso de IAG -compañía resultante de la fusión entre Iberia y British Airways-, la aerolínea se vio además afectada por una nueva erupción de un volcán en Islandia, que recordó al panorama que se vivió hace un año cuando otro volcán del mismo país obligó a cerrar el espacio aéreo durante varios días. El temor a que la actividad se pueda paralizar llevó al precio de las acciones hasta los 2,69 euros, frente a los 2,83 euros a los que cotizaba en la sesión anterior. El comportamiento del resto de los pesos pesados del Ibex 35 tampoco fue muy esperanzador. BBVA fue el que se llevó la peor parte, al descender un 2,4 por ciento, mientras que Santander y Repsol se dejaron un 1,6 y un 1,4 por ciento respectivamente. Por su parte, las caídas de Iberdrola y Telefónica rondaron el 1 por ciento. En cualquier caso fueron las cotizaciones de Telecinco, Técnicas Reunidas, Arcelor y Telefónica (en el Ibex) y de Cleop, Uralita, Natra, Zeltia, Vueling, San José, Antena 3, SOS, Fergo Aisa, Inypsa, Service Point y Ezentis (en el resto del Mercado Continuo) las que marcaron un nuevo mínimo en lo que va de ejercicio. Una sesión compleja en la que los inversores acudieron a los mercados después de que un día antes las elecciones castigaran al actual Gobierno y se haya puesto encima de la mesa la posibilidad de que el equipo de José Luis Rodríguez Zapatero tenga problemas para agotar la legislatura y aprobar los presupuestos del próximo año. Además, el nuevo mapa político que surge tras el vuelco electoral pone en alerta a los inversores ante la posibilidad de que aflore deuda adicional en las comunidades autónomas. El pesimismo llega a EEUU El sentimiento bajista lleva imponiéndose en Wall Street en las últimas dos semanas. Y ayer dio signos de que la tendencia podía continuar. El pesimismo que demostraron algunos de los principales mercados europeos al perder sus soportes claves llegó al otro lado del Atlántico en forma de caídas. El Dow Jones terminó la jornada con una corrección del 1,05 por ciento, hasta los 12.381 puntos, arrastrado por el mal comportamiento de Caterpillar, Du Pont y Alcoa. Por su parte, el tecnológico Nasdaq se situó en los 2.316 puntos al caer un 1,47 por ciento después de que más de diez valores que conforman el índice se desplomaran más de un 3 por ciento.madrid. La crisis de deuda de los países periféricos se ha convertido en todo un pastel, que lleva ya muchos meses indigestando a los inversores. Ingredientes no le faltan. Las dudas sobre la situación de Grecia; los últimos recortes de rating al país heleno; la advertencia a Italia de que su crédito está en entredicho; el gran descenso de la producción manufacturera en China (el nivel más bajo en diez meses) y el vuelco electoral en España con la indefinición de un gobierno sin fuerza y un aspirante que parece esperar que su contrincante quede noqueado llevaron a las grandes bolsas europeas a cerrar con grandes descensos. A pesar de este último ingrediente añadido, el Ibex 35 fue el que mejor resistió aunque perdió el soporte de los 10.200 puntos, tras ceder un 1,4 por ciento y cerrar en los 10.082. Lo mismo ocurrió en Suiza, que no debía perder el suelo de los 6.480 puntos, el Ftse 100 inglés y el Dax alemán que cedieron sus soportes establecidos en los 5.850 puntos y en los 7.250 puntos, respectivamente. Las dudas del mercado llevaron al Ibex 35 a cerrar en su nivel más bajo desde mediados del mes de enero. Sin embargo, pese a los descensos, el indicador se encuentra todavía a un 6,8 por ciento del mínimo anual anclado en los 9.437 puntos y se mantiene en 2011 con ganancias del 2,2 por ciento. Peor balance fue el que experimentó la prima de riesgo española, que se disparó desde los 242,5 del pasado viernes a los 250 puntos básicos (ver página 6 del tema del día). Y es que los peligros volvieron a divisarse en el mercado de deuda después de que el pasado viernes la agencia de calificación Fitch rebajara el rating de Grecia hasta B+ y de que horas más tarde Standard & Poor's decidiera también recortar la perspectiva de crédito de Italia a negativa desde estable por su débil panorama de crecimiento y menores posibilidades de que el país logre recortar su enorme deuda. Razones que también han puesto en peligro el termómetro del riesgo de ambos países. Este nuevo repunte del riesgo soberano no hizo más que alimentar las ventas en el parqué del Viejo Continente (ver gráfico). Ningún valor se mantiene firme A la espera de que los expertos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de la Unión Europea revisen el nuevo programa de ayuda a Grecia, las principales plazas bursátiles europeas se tiñeron de rojo. "La falta de consenso entre el BCE y los distintos países sobre la solución al problema de Grecia, y la falta de liquidez del país heleno que no le permite hacer frente a los vencimientos de junio, son aspectos que no hacen más que echar más leña al fuego (al riesgo soberano)", asegura Nuria Álvarez, analista de Renta 4. Así, Italia fue ayer el mercado más castigado al dejarse más de un 3 por ciento, hasta los 20.532 puntos, seguidos de Francia y Alemania que cedieron al cierre de la jornada alrededor de un 2 por ciento (ver gráfico). En el caso español, este nuevo brote de crisis periférica llevó a todas las compañías que componen el Ibex 35 a cerrar con pérdidas. ACS, Inditex, Criteria y Ebro Foods fueron las que mejor sobrevivieron al ataque bajista, mientras que IAG y BME fueron los valores más penalizados de la sesión con descensos superiores al 4 por ciento. En el caso de IAG -compañía resultante de la fusión entre Iberia y British Airways-, la aerolínea se vio además afectada por una nueva erupción de un volcán en Islandia, que recordó al panorama que se vivió hace un año cuando otro volcán del mismo país obligó a cerrar el espacio aéreo durante varios días. El temor a que la actividad se pueda paralizar llevó al precio de las acciones hasta los 2,69 euros, frente a los 2,83 euros a los que cotizaba en la sesión anterior. El comportamiento del resto de los pesos pesados del Ibex 35 tampoco fue muy esperanzador. BBVA fue el que se llevó la peor parte, al descender un 2,4 por ciento, mientras que Santander y Repsol se dejaron un 1,6 y un 1,4 por ciento respectivamente. Por su parte, las caídas de Iberdrola y Telefónica rondaron el 1 por ciento. En cualquier caso fueron las cotizaciones de Telecinco, Técnicas Reunidas, Arcelor y Telefónica (en el Ibex) y de Cleop, Uralita, Natra, Zeltia, Vueling, San José, Antena 3, SOS, Fergo Aisa, Inypsa, Service Point y Ezentis (en el resto del Mercado Continuo) las que marcaron un nuevo mínimo en lo que va de ejercicio. Una sesión compleja en la que los inversores acudieron a los mercados después de que un día antes las elecciones castigaran al actual Gobierno y se haya puesto encima de la mesa la posibilidad de que el equipo de José Luis Rodríguez Zapatero tenga problemas para agotar la legislatura y aprobar los presupuestos del próximo año. Además, el nuevo mapa político que surge tras el vuelco electoral pone en alerta a los inversores ante la posibilidad de que aflore deuda adicional en las comunidades autónomas. El pesimismo llega a EEUU El sentimiento bajista lleva imponiéndose en Wall Street en las últimas dos semanas. Y ayer dio signos de que la tendencia podía continuar. El pesimismo que demostraron algunos de los principales mercados europeos al perder sus soportes claves llegó al otro lado del Atlántico en forma de caídas. El Dow Jones terminó la jornada con una corrección del 1,05 por ciento, hasta los 12.381 puntos, arrastrado por el mal comportamiento de Caterpillar, Du Pont y Alcoa. Por su parte, el tecnológico Nasdaq se situó en los 2.316 puntos al caer un 1,47 por ciento después de que más de diez valores que conforman el índice se desplomaran más de un 3 por ciento.madrid. La crisis de deuda de los países periféricos se ha convertido en todo un pastel, que lleva ya muchos meses indigestando a los inversores. Ingredientes no le faltan. Las dudas sobre la situación de Grecia; los últimos recortes de rating al país heleno; la advertencia a Italia de que su crédito está en entredicho; el gran descenso de la producción manufacturera en China (el nivel más bajo en diez meses) y el vuelco electoral en España con la indefinición de un gobierno sin fuerza y un aspirante que parece esperar que su contrincante quede noqueado llevaron a las grandes bolsas europeas a cerrar con grandes descensos. A pesar de este último ingrediente añadido, el Ibex 35 fue el que mejor resistió aunque perdió el soporte de los 10.200 puntos, tras ceder un 1,4 por ciento y cerrar en los 10.082. Lo mismo ocurrió en Suiza, que no debía perder el suelo de los 6.480 puntos, el Ftse 100 inglés y el Dax alemán que cedieron sus soportes establecidos en los 5.850 puntos y en los 7.250 puntos, respectivamente. Las dudas del mercado llevaron al Ibex 35 a cerrar en su nivel más bajo desde mediados del mes de enero. Sin embargo, pese a los descensos, el indicador se encuentra todavía a un 6,8 por ciento del mínimo anual anclado en los 9.437 puntos y se mantiene en 2011 con ganancias del 2,2 por ciento. Peor balance fue el que experimentó la prima de riesgo española, que se disparó desde los 242,5 del pasado viernes a los 250 puntos básicos (ver página 6 del tema del día). Y es que los peligros volvieron a divisarse en el mercado de deuda después de que el pasado viernes la agencia de calificación Fitch rebajara el rating de Grecia hasta B+ y de que horas más tarde Standard & Poor's decidiera también recortar la perspectiva de crédito de Italia a negativa desde estable por su débil panorama de crecimiento y menores posibilidades de que el país logre recortar su enorme deuda. Razones que también han puesto en peligro el termómetro del riesgo de ambos países. Este nuevo repunte del riesgo soberano no hizo más que alimentar las ventas en el parqué del Viejo Continente (ver gráfico). Ningún valor se mantiene firme A la espera de que los expertos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de la Unión Europea revisen el nuevo programa de ayuda a Grecia, las principales plazas bursátiles europeas se tiñeron de rojo. "La falta de consenso entre el BCE y los distintos países sobre la solución al problema de Grecia, y la falta de liquidez del país heleno que no le permite hacer frente a los vencimientos de junio, son aspectos que no hacen más que echar más leña al fuego (al riesgo soberano)", asegura Nuria Álvarez, analista de Renta 4. Así, Italia fue ayer el mercado más castigado al dejarse más de un 3 por ciento, hasta los 20.532 puntos, seguidos de Francia y Alemania que cedieron al cierre de la jornada alrededor de un 2 por ciento (ver gráfico). En el caso español, este nuevo brote de crisis periférica llevó a todas las compañías que componen el Ibex 35 a cerrar con pérdidas. ACS, Inditex, Criteria y Ebro Foods fueron las que mejor sobrevivieron al ataque bajista, mientras que IAG y BME fueron los valores más penalizados de la sesión con descensos superiores al 4 por ciento. En el caso de IAG -compañía resultante de la fusión entre Iberia y British Airways-, la aerolínea se vio además afectada por una nueva erupción de un volcán en Islandia, que recordó al panorama que se vivió hace un año cuando otro volcán del mismo país obligó a cerrar el espacio aéreo durante varios días. El temor a que la actividad se pueda paralizar llevó al precio de las acciones hasta los 2,69 euros, frente a los 2,83 euros a los que cotizaba en la sesión anterior. El comportamiento del resto de los pesos pesados del Ibex 35 tampoco fue muy esperanzador. BBVA fue el que se llevó la peor parte, al descender un 2,4 por ciento, mientras que Santander y Repsol se dejaron un 1,6 y un 1,4 por ciento respectivamente. Por su parte, las caídas de Iberdrola y Telefónica rondaron el 1 por ciento. En cualquier caso fueron las cotizaciones de Telecinco, Técnicas Reunidas, Arcelor y Telefónica (en el Ibex) y de Cleop, Uralita, Natra, Zeltia, Vueling, San José, Antena 3, SOS, Fergo Aisa, Inypsa, Service Point y Ezentis (en el resto del Mercado Continuo) las que marcaron un nuevo mínimo en lo que va de ejercicio. Una sesión compleja en la que los inversores acudieron a los mercados después de que un día antes las elecciones castigaran al actual Gobierno y se haya puesto encima de la mesa la posibilidad de que el equipo de José Luis Rodríguez Zapatero tenga problemas para agotar la legislatura y aprobar los presupuestos del próximo año. Además, el nuevo mapa político que surge tras el vuelco electoral pone en alerta a los inversores ante la posibilidad de que aflore deuda adicional en las comunidades autónomas. El pesimismo llega a EEUU El sentimiento bajista lleva imponiéndose en Wall Street en las últimas dos semanas. Y ayer dio signos de que la tendencia podía continuar. El pesimismo que demostraron algunos de los principales mercados europeos al perder sus soportes claves llegó al otro lado del Atlántico en forma de caídas. A media sesión, el Dow Jones cedía un 1,25 por ciento, hasta los 12.355 puntos, arrastrado por el mal comportamiento de Caterpillar, Du Pont y Alcoa. Por su parte, el tecnológico Nasdaq se situaba en los 2.311 puntos al caer un 1,7 por ciento después de que más de una decena de valores se desplomara más de un 3 por ciento.