Juan Abelló y Ángel Corcóstegui se interesan por la filialbarcelona. El consejo de administración de Abertis convocó ayer la junta general ordinaria de la compañía en la que, además de las cuentas anuales y el informe de gestión de la sociedad, se producirá la aprobación de la segregación de los activos de las divisiones de logística y de aparcamientos de Saba. Esta separación se realiza para que dos de los accionistas de Abertis, ACS y CVC, puedan obtener liquidez de forma inmediata, ya que en la operación que se planteará a la junta de accionistas de Abertis se les ofrece o entregarles acciones de la nueva Saba o cobrar en efectivo. Según fuentes cercanas a la operación, ACS y CVC ya habrían comunicado su intención de cobrar en efectivo, mientras que La Caixa, el tercer accionista de referencia, permanecería en el capital de la nueva Saba, pero cobrando un dividendo extraordinario. Con este dinero, la constructora que preside Florentino Pérez y el fondo de capital riesgo CVC destinarán el dinero a pagar el segundo vencimiento del préstamo de 1.500 millones de euros que pidieron para realizar la compraventa del 15 por ciento de Abertis. Ese vencimiento asciende a 250 millones que es la cifra que confían obtener por su participación. La valoración de la nueva Saba es de entre 800 y 900 millones. Por el momento, dos grupos inversores se han interesado por comprar un paquete accionarial importante de la nueva compañía. Los dos grupos que han presentado ofertas en firme son uno configurado por el Grupo Torreal (controlado por el empresario Juan Abelló) que acude a la operación con Proa Capital (controlada por exdirectivos del fondo de capital riesgo N+1) y el segundo de Magnum Capital (con Ángel Corcóstegui al frente) en alianza con Mutua Madrileña. Según fuentes cercanas a la operación, se habrían descolgado del proceso de venta otros dos grupos que inicialmente parecían interesados: Investindustrial, de la familia Bonomi, y el fondo estadounidense KKR. Si la junta que Abertis celebrará en junio aprueba la operación de segregación de Saba y si se confirma la salida del accionariado de ACS y de CVC, la nueva compañía contará con un accionistas de referencia que será La Caixa, que controlará el 40 por ciento de las acciones a través de su filial CaixaHolding. Los nuevos accionistas podrían tener una participación similar a la caja y el resto permanecería en manos de los minoritarios. Sin embargo, los títulos de la nueva Saba no cotizarán en bolsa y es previsible que muchos minoritarios de Abertis también opten por vender. La presidencia de Saba la ejerce el presidente de Abertis, Salvador Alemany, y el consejero delegado será Josep Martínez Vila.