El proyecto se incluye dentro de sus planes de innovación, poniendo toda la confianza en la geotermialogroño. Buscar energía en el propio terreno sobre el que se levanta el edificio en donde se va a ofrecer el servicio. Este es el reto de Sapje, una empresa con amplia experiencia en la instalación de fontanería, calefacción y gas. Dentro de sus planes de innovación, incluye conocer las posibilidades energéticas de la geotermia. "Es la energía que se obtiene por la extracción de calor de la tierra", define Miguel Ferrer, gerente de la firma. La finalidad es aprovechar la temperatura del subsuelo o de las aguas freáticas absorbiendo o cediendo calor a través de su sistema de captación. Los utensilios usados para esta misión son una bomba geotérmica y un tubo de polietileno que puede alcanzar los cien metros de profundidad. La conductividad se mide en vatios por metro lineal. "Nosotros realizamos una cata de conductividad térmica y comprobamos la capacidad de ese terreno para ceder energía en un ratio favorable para nuestros propósitos. Así introducimos agua en los conductos a una determinada temperatura y tras varias circulaciones tratamos de fijar la estabilidad térmica del terreno", explica Ferrer. "Con obtener una media de 50 vatios ya es un registro para poder trabajar, aunque un suelo arcilloso puede proporcionarnos una conductividad de casi 80 vatios", detalla. Sapje inauguró este año un laboratorio para investigar todas las aplicaciones posibles de la geotermia. La instalación del laboratorio Enerterra abarca más de cien metros cuadrados y ha supuesto una inversión, el primer año, de medio millón de euros. Sapje cuenta en este proyecto con la colaboración de la Universidad de La Rioja y la de Valencia. "En él vamos a probar todas las posibilidades de la geotermia y la vamos a comparar con el resto de energías alternativas", comenta Ferrer. El laboratorio podrá tener resultados concretos para finales de 2008.Las ventajas La geotermia presenta unas aplicaciones bastante ventajosas. Entre las más destacadas habría que señalar, según Ferrer, la capacidad para suministrar el cien por cien de las necesidades de calefacción, refrigeración y de agua caliente sanitaria. A lo que se podría añadir también la reducción de la factura energética en un 70 por ciento y la reducción de emisiones de anhídrido carbónico.