La compañía, mediante una carta, ofrece a los empleados inmunidad a cambio de informaciónberlín. En su empeño por destapar los casos de corrupción que amenazan con costarle millones de euros en multas, Siemens ha decidido presionar al máximo a sus trabajadores para que colaboren con la causa. En una carta que, según medios alemanes, recibieron ayer miles de empleados, la directiva les invita a informar de forma "voluntaria y fiel" sobre casos de corrupción relacionados con funcionarios públicos. Quienes procedan así hasta el próximo 31 de enero no deben temer represalias por parte de la empresa, como posibles despidos. Siemens no puede garantizar que la justicia decida intervenir, pero incluso en ese caso, estaría dispuesta a romper una lanza en favor del confidente. La situación podría ser mucho más complicada para quienes sepan algo pero decidan callar: el presidente de Siemens, Peter Löscher, amenaza en la misiva con las más "estrictas medidas disciplinarias". Con esta medida el gigante alemán pretende luchar contra las reticencias de algunos de sus empleados a la hora de colaborar con la investigación interna que Siemens ha encargado al bufete estadounidense Debevoise & Plimpton. En el pasado mes de julio, los abogados a quienes se les encomendó la tarea advirtieron del boicot que está sufriendo su investigación por parte de trabajadores que se niegan a aportar la información necesaria para limpiar el nombre de Siemens. De ahí que la nueva cúpula de Siemens haya decidido facilitarles la tarea dirigiéndose directamente a sus empleados. A su disposición han puesto un número de teléfono propio y otro de Debevoise para que puedan trasmitir sus sospechas e informaciones sobre irregularidades. De esta iniciativa han quedado excluidos los 600 directivos de la empresa, que no han recibido carta ni oferta alguna de "amnistía".