La empresa cifra el coste del plan de reestructuración en 175 millonesmadrid. Ebro Puleva se hace "un flaco favor a sí misma" con el anuncio del cierre de tres de sus plantas (dos en Andalucía y una en Castilla y León) a raíz de la aprobación de la reforma de la Organización Común del Mercado (OCM). Esta afirmación, formulada ayer "con un tono de cariño y amistad", por la ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación, Elena Espinosa, se produjo después de que la titular del departamento cuestionara el cierre de las tres factorías: "A lo mejor no es cierto". El primer matiz llegó acto seguido: "O a lo mejor sí". Con todo, la ministra se mostró reacia a que una empresa que cotiza en bolsa "haga anuncios de este tipo". La pregunta obligada fue la que se formuló a continuación en el marco del debate del desayuno informativo organizado por Europa Press. "¿Pero... si es verdad?". Ahí, llegó el segundo matiz: "No es un proceso que esté lo suficientemente maduro".Así, y tras insistir en que no se trata de un reproche a la compañía presidida por Antonio Hernández Callejas, Espinosa dejó claro que el Gobierno no tiene intención alguna de intervenir en una decisión que dijo es "exclusivamente empresarial". Sí ofreció diálogo: "Nuestro compromiso es sentarnos con las organizaciones agrarias y con las comunidades autónomas afectadas para que este proceso se produzca con normalidad, sin que afecte al empleo".Un alto costeEso sí, por si la ministra tenía alguna duda, Ebro Puleva se encargó de confirmarla apenas unas horas después. Nada más conocer las declaraciones de Espinosa, la compañía envió un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en el que no sólo volvía a insistir en el cierre de tres fábricas, anunciado la semana pasada, sino que cifraba además en 175 millones de euros los gastos derivados de estas reestructuración. Y no sólo eso: el resultado bruto de explotación (ebitda) de su división azucarera para el periodo 2009-2014 se situará en unos 70 millones anuales, frente a los 120 millones de 2005. Pero, ¿por qué cierra Ebro las fábricas? Todo obedece a la intención de Bruselas de rebajar la producción a la mitad, para lo que ha dado fuertes subvenciones a los agricultores para reducir el cultivo de remolacha. Con esta nueva medida sobre la mesa, a Ebro no le queda otro remedio que modificar su negocio. Tras años de reestructuración, que han supuesto el cierre ya de cinco plantas azucareras, el grupo tiene, actualmente, cuatro plantas en Castilla y León y tres en Andalucía. Están ubicas en La Bañeza (León), Peñafiel (Valladolid), Miranda de Ebro (Burgos) y Toro (Zamora), además de dos en Jerez y una en Sevilla. Y, por si a la ministra le interesara, Ebro no es además la única que cerrará fábricas. La cooperativa Acor echará también el cerrojo a otra en Valladolid.