El asunto no es un juego. Ni mucho menos. La calamitosa gestión por parte de Sony de los datos bancarios de más de 77 millones de usuarios ha puesto en evidencia la fragilidad de los sistemas de protección de este tipo de información sensible. "Si lo hace Sony, uno de los gigantes mundiales del sector del entretenimiento, que ocurrirá en otras empresas de menor reputación que la nipona", pueden pensar los usuarios más agoreros. El descalabro de la corporación japonesa ha abierto los ojos a otras grandes corporaciones globales cuyas medidas de seguridad informática no son todo lo sólidas que se presumen. Los gobiernos de EEUU y Francia, entre otros, ya han clamado al cielo ante la repercusión de unos ataques cuyos daños económicos aún están por determinar. De hecho, la administración de Obama ha ido más lejos que cualquier otro país al poner el caso en mano del FBI y de la fiscalía general, que ha abierto una investigación sobre la vulneración de datos de la multinacional. De lo anterior se desprende que los tribunales dirimirán si existen o no responsabilidades civiles o penales por parte de Sony. Por su parte, la compañía rema en idéntica dirección al contratar a detectives en ciberseguridad de Guidance Software y consultores de Robert Half International, filial de Protiviti. Los primeros resultados no se hicieron esperar ya que la firma emitió ayer una respuesta a la cámara de Representantes de los Estados Unidos revelando que han encontrado un archivo que decía "Somos Legión" procedente de los hackers Anonymous. Mientras tanto, los analistas estiman que el incidente podría costar a Sony más de mil millones de euros. Grifols: todo por el sueño americano Después de un largo proceso de documentación y estudio las autoridades de compentencia estadounidense han dado luz verde a la catalana Grifols para comprar Talecris. Sin embargo, como suele suceder en estos casos, la aprobación está sujeta a condiciones. La empresa de hemoderivados que preside y dirige Víctor Grifols tendrá que llevar a cabo importantes desinversiones que aseguren la competencia, lo que no se antoja como un serio contratiempo dados los 3.300 millones de euros que tendrá que desembolsar para hacer efectiva la compra del grupo Talecris. Pero lo más importante es que con esta operación Grifols ha dado un paso de gigante en uno de los primeros mercados farmacéuticos del mundo, haciendo aún más asequible el famoso sueño de triunfar en América. Y es que, además de la envidiable posición que ocupan muchas de las empresas del grupo estadounidense, la facturación de la empresa pasará a ser más del doble gracias a esta compra. Las previsiones son alentadoras. Basta con echar un vistazo a la relativa facilidad con que la empresa logró parte de la financiación necesaria (840 millones de euros) para cerrar la operación. Las comisiones de las tarjetas al alza Si la revisión anual de la tarjeta de débito se realizó en el mes de abril, la comisión pudo llegar hasta el 9,7 por ciento. Aunque ésta subida va en función de la política comercial que decide aplicar cada entidad, los datos de comisiones máximas que recoge el Banco de España apuntan una tendencia al alza de las comisiones que aplican a sus clientes. La fórmula es clara, a menor vinculación del cliente con la entidad mayores comisiones, y funciona. El cliente al que frien comisiones termina yéndose, y el que aguanta termina financiando su propia estancia en la entidad. Sin embargo, éste puede ser tan sólo el punto de partida para comenzar una selección del cliente con la que hacer una banca más eficiente.El asunto no es un juego. Ni mucho menos. La calamitosa gestión por parte de Sony de los datos bancarios de más de 77 millones de usuarios ha puesto en evidencia la fragilidad de los sistemas de protección de este tipo de información sensible. "Si lo hace Sony, uno de los gigantes mundiales del sector del entretenimiento, que ocurrirá en otras empresas de menor reputación que la nipona", pueden pensar los usuarios más agoreros. El descalabro de la corporación japonesa ha abierto los ojos a otras grandes corporaciones globales cuyas medidas de seguridad informática no son todo lo sólidas que se presumen. Los gobiernos de EEUU y Francia, entre otros, ya han clamado al cielo ante la repercusión de unos ataques cuyos daños económicos aún están por determinar. De hecho, la administración de Obama ha ido más lejos que cualquier otro país al poner el caso en mano del FBI y de la fiscalía general, que ha abierto una investigación sobre la vulneración de datos de la multinacional. De lo anterior se desprende que los tribunales dirimirán si existen o no responsabilidades civiles o penales por parte de Sony. Por su parte, la compañía rema en idéntica dirección al contratar a detectives en ciberseguridad de Guidance Software y consultores de Robert Half International, filial de Protiviti. Los primeros resultados no se hicieron esperar ya que la firma emitió ayer una respuesta a la cámara de Representantes de los Estados Unidos revelando que han encontrado un archivo que decía "Somos Legión" procedente de los hackers Anonymous. Mientras tanto, los analistas estiman que el incidente podría costar a Sony más de mil millones de euros. Grifols: todo por el sueño americano Después de un largo proceso de documentación y estudio las autoridades de compentencia estadounidense han dado luz verde a la catalana Grifols para comprar Talecris. Sin embargo, como suele suceder en estos casos, la aprobación está sujeta a condiciones. La empresa de hemoderivados que preside y dirige Víctor Grifols tendrá que llevar a cabo importantes desinversiones que aseguren la competencia, lo que no se antoja como un serio contratiempo dados los 3.300 millones de euros que tendrá que desembolsar para hacer efectiva la compra del grupo Talecris. Pero lo más importante es que con esta operación Grifols ha dado un paso de gigante en uno de los primeros mercados farmacéuticos del mundo, haciendo aún más asequible el famoso sueño de triunfar en América. Y es que, además de la envidiable posición que ocupan muchas de las empresas del grupo estadounidense, la facturación de la empresa pasará a ser más del doble gracias a esta compra. Las previsiones son alentadoras. Basta con echar un vistazo a la relativa facilidad con que la empresa logró parte de la financiación necesaria (840 millones de euros) para cerrar la operación. Las comisiones de las tarjetas al alza Si la revisión anual de la tarjeta de débito se realizó en el mes de abril, la comisión pudo llegar hasta el 9,7 por ciento. Aunque ésta subida va en función de la política comercial que decide aplicar cada entidad, los datos de comisiones máximas que recoge el Banco de España apuntan una tendencia al alza de las comisiones que aplican a sus clientes. La fórmula es clara, a menor vinculación del cliente con la entidad mayores comisiones, y funciona. El cliente al que frien comisiones termina yéndose, y el que aguanta termina financiando su propia estancia en la entidad. Sin embargo, éste puede ser tan sólo el punto de partida para comenzar una selección del cliente con la que hacer una banca más eficiente.