Aprueba la entrada de la operadora española en el capital de Telecom Italiamadrid. Anatel, el regulador brasileño de Telecomunicaciones, aprobaba ayer la entrada de Telefónica en el capital de Telecom Italia, a través de su participación en el consorcio Telco, en el que la compañía española cuenta hasta ahora con el 42 por ciento del capital. Mediante esta operación, Telefónica se hace con una participación del 10 por ciento en el capital de Telecom Italia, lo que le confiere el 6,9 por ciento de las acciones con derecho a voto. Una vez cerrada la operación, Telco contará con una participación del 23,6 por ciento en el capital de Telecom Italia (el 18 por ciento indirectamente a través de Olimpia, y el 5,6 por ciento de forma directa), convirtiéndose en el principal accionista de la operadora italiana. El regulador brasileño ha decidido que esta operación no afectará al desarrollo de un mercado de móvil, el brasileño, que actualmente cuenta con 112,7 millones de abonados, los cuales se reparten entre cuatro operadores nacionales. Al tiempo que Telefónica ha logrado deshacerse de las posibles cortapisas con las que podría haberse encontrado para crecer en Vivo, operadora que, con un 28 por ciento de cuota de mercado, controla al 50 por ciento con Portugal Telecom, a quien estaría dispuesta a comprar su participación. TIM Brasil, propiedad de Telecom Italia que aporta el 26 por ciento de los abonados, sería el segundo operador de móviles en el país; seguido por Claro, propiedad del magnate mexicano Carlos Slim, que cuenta con un 25 por ciento de penetración en el mercado del móvil brasileño, y Oi, que dispone de una cuota del 13 por ciento de los abonados, y otra serie de operadoras que podrían ser consideradas "residuales" y que se reparten alrededor de nueve millones de abonados. Fuentes de Telefónica han confirmado a elEconomista que, una vez se han conseguido todas las aprobaciones (fundamentalmente de las autoridades alemana, país en donde tanto Telecom Italia como Telefónica tienen negocios, y ahora de la agencia reguladora brasileña), pondrá en marcha su maquinaria para cerrar la operación antes del 15 de noviembre. Parece ser que Anatel sólo ha impuesto una serie de "restricciones menores, que no afectarán al acuerdo" y que, según la operadora, se resumen en la presentación de un plan de garantías que sería ejecutable en caso de conflicto de competencia. La operadora tendrá seis meses para presentarlo y otros seis para ejecutarlo. La entrada de la operadora española en el capital de Telecom Italia ha contado, durante los últimos meses, con la firme oposición del magnate Carlos Slim, quien ha considerado que la operación podría afectar negativamente a sus intereses en Brasil, donde su empresa, Claro, se sitúa en el tercer puesto del ranking de prestadores de servicios móviles. De hecho, las denuncias interpuestas por Slim a la transacción fueron causa suficiente para la interrupción de la investigación que el regulador llevaba a cabo por parte de un tribunal del país. Anatel aprobó ayer la entrada de Vivo en Telemig, compañía que actúa en una región donde Vivo no operaba y que genera el 9,4 por ciento del PIB.