Disney le ofreció relanzar el negocio en España y Portugal y él se ha propuesto convertir cada visita de sus clientes en una experiencia única. Para conseguirlo, ha creado un nuevo y revolucionario concepto de tienda, que refleja lo mejor de las tradiciones y novedades de la marca. P ¿Se han convertido los niños en clientes exigentes? R Sin duda. Los más pequeños son conscientes, de forma intuitiva, de la calidad de los productos y son capaces de captar las diferencias básicas entre un juguete y otro. P Convencido el niño, ¿convencidos los padres? R Convenciendo al niño se gana una gran parte de la batalla, ya que él transmite de forma inmediata su ilusión por un juguete. Pero los padres han de ser también convencidos por medio de una intensa labor enfocada a la calidad del producto y a la excelencia del servicio. P ¿Los pequeños también se enteran de que hay crisis? R Desde su particular punto de vista, sin duda. Son conscientes de todo lo que sucede en su entorno. P ¿Cómo se puede evitar que caigan en un consumismo excesivo? R La labor de padres y educadores es esencial. Para que un niño sea capaz de valorar un juguete se debe ser más selectivo ante lo que se le ofrece. Eligiendo un juguete que contenga ingredientes que estimulen la imaginación del pequeño, incrementando su utilidad y funcionalidad, se refuerza una apreciación de la calidad frente a la cantidad. P Con tanto artilugio electrónico, ¿es posible conservar algo de imaginación? R Por supuesto. Las nuevas tecnologías están disponibles de forma extendida y nos equiparan a todos. Es el uso inteligente de estas tecnologías, aplicadas en mejorar tanto los productos como las experiencias, lo que aporta ese valor que termina por decidir a un consumidor potencial. P ¿Sólo vende ya lo que genera emociones? R Quizá es una afirmación demasiado categórica pero, sin duda, es un elemento que influye cada vez más. Un producto que pueda trasmitir un sentimiento cuenta con una ventaja determinante ante otros más genéricos. P Encuentra en las tiendas de Disney Store los mismos clientes que acudían a los establecimientos de su anterior trabajo en McDonald's? R Es difícil establecer paralelismos, pero no cabe duda de que muchos de nuestros clientes incluirán las dos experiencias en una tarde de ocio con sus niños. P Supongo que sus hijos estarán encantados con sus ocupaciones laborales… R Es fácil captar toda su atención cuando, al llegar a casa, hablo de cómo hemos interpretado en producto tal película o serie de televisión de Disney Channel.Disney le ofreció relanzar el negocio en España y Portugal y él se ha propuesto convertir cada visita de sus clientes en una experiencia única. Para conseguirlo, ha creado un nuevo y revolucionario concepto de tienda, que refleja lo mejor de las tradiciones y novedades de la marca. P ¿Se han convertido los niños en clientes exigentes? R Sin duda. Los más pequeños son conscientes, de forma intuitiva, de la calidad de los productos y son capaces de captar las diferencias básicas entre un juguete y otro. P Convencido el niño, ¿convencidos los padres? R Convenciendo al niño se gana una gran parte de la batalla, ya que él transmite de forma inmediata su ilusión por un juguete. Pero los padres han de ser también convencidos por medio de una intensa labor enfocada a la calidad del producto y a la excelencia del servicio. P ¿Los pequeños también se enteran de que hay crisis? R Desde su particular punto de vista, sin duda. Son conscientes de todo lo que sucede en su entorno. P ¿Cómo se puede evitar que caigan en un consumismo excesivo? R La labor de padres y educadores es esencial. Para que un niño sea capaz de valorar un juguete se debe ser más selectivo ante lo que se le ofrece. Eligiendo un juguete que contenga ingredientes que estimulen la imaginación del pequeño, incrementando su utilidad y funcionalidad, se refuerza una apreciación de la calidad frente a la cantidad. P Con tanto artilugio electrónico, ¿es posible conservar algo de imaginación? R Por supuesto. Las nuevas tecnologías están disponibles de forma extendida y nos equiparan a todos. Es el uso inteligente de estas tecnologías, aplicadas en mejorar tanto los productos como las experiencias, lo que aporta ese valor que termina por decidir a un consumidor potencial. P ¿Sólo vende ya lo que genera emociones? R Quizá es una afirmación demasiado categórica pero, sin duda, es un elemento que influye cada vez más. Un producto que pueda trasmitir un sentimiento cuenta con una ventaja determinante ante otros más genéricos. P Encuentra en las tiendas de Disney Store los mismos clientes que acudían a los establecimientos de su anterior trabajo en McDonald's? R Es difícil establecer paralelismos, pero no cabe duda de que muchos de nuestros clientes incluirán las dos experiencias en una tarde de ocio con sus niños. P Supongo que sus hijos estarán encantados con sus ocupaciones laborales… R Es fácil captar toda su atención cuando, al llegar a casa, hablo de cómo hemos interpretado en producto tal película o serie de televisión de Disney Channel.Disney le ofreció relanzar el negocio en España y Portugal y él se ha propuesto convertir cada visita de sus clientes en una experiencia única. Para conseguirlo, ha creado un nuevo y revolucionario concepto de tienda, que refleja lo mejor de las tradiciones y novedades de la marca. P ¿Se han convertido los niños en clientes exigentes? R Sin duda. Los más pequeños son conscientes, de forma intuitiva, de la calidad de los productos y son capaces de captar las diferencias básicas entre un juguete y otro. P Convencido el niño, ¿convencidos los padres? R Convenciendo al niño se gana una gran parte de la batalla, ya que él transmite de forma inmediata su ilusión por un juguete. Pero los padres han de ser también convencidos por medio de una intensa labor enfocada a la calidad del producto y a la excelencia del servicio. P ¿Los pequeños también se enteran de que hay crisis? R Desde su particular punto de vista, sin duda. Son conscientes de todo lo que sucede en su entorno. P ¿Cómo se puede evitar que caigan en un consumismo excesivo? R La labor de padres y educadores es esencial. Para que un niño sea capaz de valorar un juguete se debe ser más selectivo ante lo que se le ofrece. Eligiendo un juguete que contenga ingredientes que estimulen la imaginación del pequeño, incrementando su utilidad y funcionalidad, se refuerza una apreciación de la calidad frente a la cantidad. P Con tanto artilugio electrónico, ¿es posible conservar algo de imaginación? R Por supuesto. Las nuevas tecnologías están disponibles de forma extendida y nos equiparan a todos. Es el uso inteligente de estas tecnologías, aplicadas en mejorar tanto los productos como las experiencias, lo que aporta ese valor que termina por decidir a un consumidor potencial. P ¿Sólo vende ya lo que genera emociones? R Quizá es una afirmación demasiado categórica pero, sin duda, es un elemento que influye cada vez más. Un producto que pueda trasmitir un sentimiento cuenta con una ventaja determinante ante otros más genéricos. P Encuentra en las tiendas de Disney Store los mismos clientes que acudían a los establecimientos de su anterior trabajo en McDonald's? R Es difícil establecer paralelismos, pero no cabe duda de que muchos de nuestros clientes incluirán las dos experiencias en una tarde de ocio con sus niños. P Supongo que sus hijos estarán encantados con sus ocupaciones laborales… R Es fácil captar toda su atención cuando, al llegar a casa, hablo de cómo hemos interpretado en producto tal película o serie de televisión de Disney Channel.