madrid. Nokia y Microsoft formalizaron ayer la alianza tecnológica que conmovió a la industria de las telecomunicaciones el pasado febrero, cuando se anunció tan sorpresiva boda empresarial. Con más premura de la inicialmente prevista, los dos gigantes han estampado sus rúbricas en un documento por el que ambos socios se comprometen con cuatro grandes exigencias. Por lo pronto, Nokia se convertirá en el gran padrino de la plataforma Windows Phone, sacrificando para ello sus propias apuestas (Symbian y Meego, entre otros). Así, el principal fabricante de móviles del mundo proporcionará toda su capacidad de innovación en hardware, software y servicios a la plataforma de Microsoft. También abrirá una nueva tienda de aplicaciones global, bajo marca Nokia, que aprovechará la infraestructura de Windows Marketplace. El gigante de Redmond incorporará los servicios de búsqueda de Bing en el portfolio de terminales Nokia y reforzar la productividad, la publicidad, los juegos, las redes sociales, junto a otros servicios. Por otra parte, Nokia anució ayer un beneficio neto de 231 millones de euros en el primer trimestre, lo que supone un incremento del 32 porciento. También confirmó un recorte de 6.000 puestos de trabajo.