barcelona. El consejero delegado de la textil catalana Dogi, Karel Schröder, está dispuesto a cumplir su plan para devolver la rentabilidad a la compañía. Tras poco más de cinco meses al frente de la gestión de Dogi, Schröder ha puesto en marcha un plan de despidos y además proyecta trasladar la producción de tejidos elásticos a Asia en un plazo de cinco años, donde allí los costes son más baratos. Con esta estrategia Dogiefa, empresa participada al 50 por ciento por el grupo textil Dogi y la compañía Mas Holdings, inauguró la semana pasada su planta en Sri Lanka, que producirá 2,4 millones de metros de tejido elásticos al año. La fábrica se convertirá en la primera exportadora de tejido elástico del subcontinente indio y proveerá a algunas de las marcas más importantes del sector, como Speedo y Victoria Secret. La joint venture Dogiefa concentrará el 100 por cien de su producción de tejido elástico para marcas de primera línea de moda íntima, baño y deporte. Un portavoz externo de la compañía aseguró a este diario que "la producción en Asia no significa ningún traslado de la producción actual en la nueva planta de Dogi en El Masnou (Barcelona)". Las instalaciones se ubican en Thulhiriya, localidad situada a 60 kilómetros de Colombo, la capital del país, y permitirá abastecer a India y Bangladesh. La textil catalana tiene factorías en España, Alemania, China, Filipinas, Tailandia y Estados Unidos y Sri Lanka. Asimismo, el grupo dispone de delegaciones comerciales en 11 países y el plan de futuro pasa por ganar peso en Asia.Por otro lado, la plantilla de Dogi en la fábrica de El Masnou ha ratificado ya el acuerdo entre la dirección, UGT y Comisiones Obreras para despedir a 123 trabajadores y cerrar las fábricas de Cardedeu y Parets del Vallés (Barcelona). La mayoría de los empleados apoyaron el acuerdo, que prevé indemnizar a los despedidos con 40 días por año trabajado, con un máximo de 16 mensualidades.