La receta: que vuelva a abaratar el despido y a retrasar la edad para la jubilaciónbudapest (Hungría). El mexicano Ángel Gurría, secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) descartó ayer que tras tumbar a Portugal, los mercados vayan a poner ahora a España en su punto de mira. "España no tendrá los problemas de Portugal porque ha tomado medidas en los cuatro campos que presentaban dudas: el déficit presupuestario, el mercado laboral, las pensiones, y la reforma del sistema financiero, especialmente las cajas", aseguró ayer el responsable de la OCDE antes de concluir: "España se ha diferenciado". España no es Portugal, pero... Pero advirtió Gurría que "nunca se puede cantar victoria porque los deberes nunca están hechos del todo". El secretario general de la OCDE está desde ayer en Hungría para participar en las reuniones que hoy y mañana mantendrán en las afueras de Budapest los ministros de Economía y Finanzas de los 27 países del euro. Reuniones en las que el rescate de Portugal será el tema principal. De hecho, se puede decir que este fin de semana marca el pistoletazo de salida a las negociaciones formales, que deberían prolongarse a lo largo de dos o tres semanas. Gurría presentará a los ministros europeos la última edición del informe de la OCDE sobre reformas económicas, documento que ayer hizo público en la capital húngara. Este informe pone deberes a todos los países de este club, y España no es la excepción. Larga lista de reformas El informe de la OCDE reclama que España mejore su educación; la abolición de la extensión legal de los acuerdos de la negociación colectiva; la simplificación del sistema de negociación colectiva, de manera que se dé más margen para que los salarios y otras condiciones laborales se decidan en el ámbito de las empresas; una mayor reducción de la indemnización por despido para todos los nuevos contratos permanentes; y la introducción de un contrato laboral único con una indemnización por despido inicialmente baja, pero que crecería progresiva y moderadamente. El documento de la OCDE también reclama a las autoridades públicas españolas una extensión aún mayor de los periodos contributivos requeridos para disfrutar de una pensión completa; la vinculación de la edad de jubilación u otros parámetros al incremento de la esperanza de vida; la reducción de la duración de la extensión de las indemnizaciones por desempleo a los trabajadores antes de que reciban una pensión por jubilación; la abolición de los subsidios a la jubilación parcial; y que se rebajen las barreras regionales restantes contra el establecimiento de grandes superficies de distribución minorista. Aplausos y advertencias Si el miércoles fue el director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, quien resaltó que España no necesitará ayuda financiera, ayer fue el francés Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo (BCE), quien se sumó al coro de voces que elogia las reformas acometidas en España. Coro de voces que, como en el caso del secretario general de la OCDE apunta que aún faltas cosas por hacer. España "ha hecho muchas cosas" para recuperar la confianza de los mercados y así superar la crisis, se felicitó ayer el máximo responsable de la política monetaria de los 17 países que comparten el euro como moneda única. Aunque apuntó que "aún tiene cosa por hacer". En su tradicional rueda de prensa tras la reunión sobre tipos de interés del Consejo de Gobierno del BCE, francés destacó que hay una serie de reformas a punto, sobre todo en el ámbito laboral, "anticipadas por el mercado". Y recomendó a España continuar en la línea definida en los últimos meses que ha sido "progresivamente apreciada". Trichet, como Gurría, será otro de los primeros espadas de la política económica que hoy y mañana se reúne en Budapest con los ministros de Economía.