La compañía esperará a conocer las nuevas tarifas de los aeropuertos londinensesmadrid. Despacito y buena letra, debe pensar Nicolás Villén, director Financiero de Ferrovial, cuando se especula sobre la emisión de bonos que prepara su compañía. Elucubraciones lógicas, si se tiene en cuenta será la mayor operación de este tipo en la historia.Nada menos que 9.000 millones de libras (12.900 millones de euros) de deuda serán canjeados por títulos. Una importante suma que ayudará al grupo presidido por Rafael del Pino a financiar la faraónica compra de BAA, el mayor operador privado de aeropuertos del mundo, dueño de los londinenses Heathrow, Gatwick y Stansted.Desde que adquirió este gigante, hace poco más de un año, Ferrovial ha dicho en varias ocasiones que iba a refinanciar la operación con una gran emisión de bonos. Un plan que, inicialmente, quería haber llevado a cabo el pasado mes de septiembre. Pero la crisis crediticia que ha sacudido a los mercados, unida a problemas burocráticos y a las negociaciones para marcar el nuevo marco tarifario de Heathrow y Gatwick han ido dilatando en el tiempo la emisión.A la espera de las tarifasAl final, parece que la fecha definitiva será, como pronto, el próximo mes de abril, según confesó públicamente ayer el grupo: "BAA continuará trabajando en los próximos meses en el diseño de un plan de refinanciación, si bien, es posible que dicho plan no pueda completarse hasta la publicación, el próximo mes de marzo, de la decisión final de la CAA (Autoridad de Aviación Civil británica) sobre las tarifas aeroportuarias".Es decir, Ferrovial esperará a conocer el nuevo marco de ingresos antes de dar los últimos retoques a la emisión. Pinceladas que pospondrán otro poco la operación, como pronto, hasta abril.El interés de la constructora por conocer previamente las tarifas del próximo quinquenio es lógico, ya que este nuevo marco determinará los ingresos de Heathrow, aeródromo que por sí sólo representa el 70 por ciento de todo el negocio del grupo.Otro punto que tampoco puede perderse de vista es, precisamente, que la garantía que ofrecerá Ferrovial a los bonistas para ganarse su confianza serán los activos aeroportuarios de Londres y, por tanto, podrá negociar mejor todas las condiciones de la emisión (incluidas las garantías) cuanto más claro tenga el futuro del negocio de los aeródromos.Quizás por ello, a la espera de despejar tantos interrogantes, la compañía todavía no se ha reunido con la Asociación de Aseguradoras Británicas (ABI, según sus siglas en inglés), la principal contraparte para ganarse el afecto de los tenedores de bonos.Mensaje de confianzaAunque el retraso en las fechas de la emisión de bonos podría ser interpretado como una noticia negativa, en realidad es todo lo contrario. Sobre todo, después de que en los últimos días se haya especulado con la posibilidad de que esta operación no se iba a llevar a cabo.Rumor que Ferrovial desterró ayer con un comunicado ante el supervisor bursátil, donde afirmaba que seguía adelante con sus planes, aunque el calendario y las condiciones podrán sufrir modificaciones respecto al proyecto inicial.La constructora también aprovechó este comunicado para enviar un mensaje de confianza a los actuales bonistas de BAA, cuyos títulos corren el riesgo de caer hasta la consideración de bonos basura, según la calificaciones de las agencias Moody's y Standard & Poor's.Un miedo que la compañía intentó minimizar ayer, recordando al mercado que estas emisiones tienen diversas cláusulas de salvaguarda, entre las que figura un límite de endeudamiento que, según Ferrovial, se cumple.