El sector alimentario le acusa de aplazar los pagos para financiar la operaciónmadrid. Eroski ha puesto en pie de guerra a la industria alimentaria española. La cadena de distribución vasca está endureciendo las condiciones a sus proveedores para financiar, según denuncian algunas de las compañías más importantes del sector, la compra de Caprabo. Además de aplazar aún más los pagos, Eroski podría estar imponiendo nuevas condiciones de compra a las empresas, con descuentos en los precios que paga a sus proveedores. La compañía dio un golpe de mano el pasado junio y se impuso en la puja por la cadena catalana tras pagar 915 millones de euros por el 75 por ciento del capital, que ahora tiene que desembolsar. Aunque la operación ya está aprobada, tanto Fiab, la Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas, como Promarca, la Asociación Española de Empresas de Productos de Marca, han alertado a la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) de los riesgos que supone. Fiab señala, por ejemplo, que "en ocasiones anteriores, Eroski ha intentado ya imponer a sus proveedores un porcentaje de descuento, de forma unilateral, no pactada, lo que desencadenó grandes enfrentamientos". Y no sólo eso. Además, según dice, como la empresa vasca necesitará recursos financieros, aplazará aún más los pagos. "Y es ya una de las cadenas que más tarde paga", concluye. AlegacionesEn la misma línea, se muestra Promarca. Esta organización, que defiende los intereses de las marcas comerciales, rechaza de plano la operación porque "limitará las posibilidades de elección del consumidor y puede llegar a imponer al mercado tanto los precios como las condiciones de compra". Al igual que Fiab, la organización advierte de que Eroski se está financiando a costa de sus proveedores, pagando muy por encima de los 90 días de máximo que fija la ley.Sobre estas acusaciones, Eroski asegura que "para el proveedor, la integración de Caprabo ofrece más volumen y reduce costes, porque ahora negocia con un operador y le beneficia, al emitir menos facturas por la suma de ventas". La compañía recalca que su relación con proveedores se entiende como una colaboración "estrecha" y "necesaria" para satisfacer al cliente. En el apartado de alegaciones, la compañía añade que "la operación tampoco obstaculizará el desarrollo o mantenimiento de una competencia efectiva en este mercado". La última palabra sobre la resolución de la Comisión de Competencia, en la que se recogen estas informaciones, la tiene sin embargo el Consejo de Ministros, al que llegará los próximos días y cuya decisión ya es vinculante. Lo habitual es que éste no ponga demasiados problemas y lo tramite siguiendo las recomendaciones de la comisión de Competencia. Gracias a la adquisición de Caprabo, Eroski ha alcanzado una cuota de mercado en España del 12,5 por ciento, lo que la sitúa por detrás sólo de Carrefour, que se mantiene como número uno con el 17,3 por ciento. Gran magnitudLa nueva compañía que nace de la fusión entre Eroski y Caprabo alcanzará unas ventas de 8.610 millones de euros, contará con una red comercial de 2.348 establecimientos y una plantilla de casi 50.000 trabajadores. Para la vasca, lo más sin embargo importante de esta operación es que le permitirá recuperar con creces todo el terreno perdido tras la ruptura en 2004 de su alianza con la cooperativa valenciana Consum, que supuso la pérdida de 400 tiendas.