Fernando se queda a cuatro puntos del liderato en el Mundial de F-1Tras la emocionante carrera de ayer, todavía queda mucho por escribir sobre este Campeonato de Fórmula 1. Si la semana pasada, durante el Gran Premio de Japón, todo apuntaba a que tras el accidente de Alonso el Mundial se había definitivamente decantado por su compañero de equipo, el joven Lewis Hamilton, la realidad es que en el deporte al igual que en la empresa, las jugadas definitivas pueden venir definidas por un golpe de suerte.Hasta dentro de quince días sólo podremos limitarnos a hacer conjeturas y en principio, dejar que la última palabra la tenga el asfalto brasileño del circuito de Interlagos, presente en los momentos clave de la carrera de Fernando Alonso, y decisivo en los dos últimos años para decidir el liderato.A lo largo de todo este año, muchos han sido los actores de esta gran película de Fórmula 1 en la que capítulo a capítulo, carrera a carrera, han ido interpretando su papel y mantenido en vilo a los aficionados que han visto cómo pueden afectar otro tipo de situaciones, distintas de las propiamente deportivas, al desarrollo de las carreras.Desde que se hiciera pública la trama de espionaje entre McLaren y Ferrari por la filtración de un informe en donde se detallaban aspectos relativos a la configuración del coche de este último, y la posible utilización por parte de la escudería británica de dicha información para beneficio propio, se ha desencadenado toda una batalla legal, en torno a las consecuencias del espionaje entre estas dos grandes compañías del motor. Pero quizás al margen de las resoluciones de la FIA (Federación Internacional del Automovilismo), organismo regulador del deporte del motor, las sanciones más duras han provenido de otro juicio, quizás más poderoso y con efectos menos visibles pero más contundentes, el juicio mediático. Desde Reino Unido e Italia, se han defendido posturas que protegían sus intereses y condenaban a su competencia y aunque la FIA ha sido la primera en hablar, todavía faltan por pronunciarse al respecto los tribunales ordinarios de Londres y Módena, donde se han trasladado las demandas civiles de ambas escuderías. En cualquier caso, lo que importa son los resultados y es que en toda guerra siempre hay víctimas y en esta en particular, McLaren ha resultado herida de muerte.Tras la dura sanción por parte de la FIA en la que se ha condenado a McLaren a la retirada de todos los puntos conseguidos hasta el momento en el Mundial de Constructores y al pago de una multa de 100 millones de dolares, como resultado de la constatación de una hecho probado (según la Federación) como es el espionaje industrial, ha surgido de nuevo el debate…Fernando Alonso, como piloto de McLaren, ha visto como su empresa actual le ha retirado la confianza que tan interesadamente le otorgó el pasado año, con la firma de un jugoso contrato para ambos. No hay comunicación con su jefe ni con la dirección. ¿Se puede trabajar en un ambiente así? A día de hoy se especula sobre el destino del asturiano, tanto si decidiera perdonar los agravios sufridos durante este año (algo bastante improbable si pensamos en los últimos acontecimientos) como si decidiera marcharse a otro equipo donde se le reconozcan sus méritos, previo pago de la claúsula de rescisión del contrato millonario, que le otorgaría la carta de libertad.Pero esta semana han dado un nuevo giro los acontecimientos y ha entrado en juego un nuevo actor, cuando se ha planteado una nueva posibilidad que sorprende en apariencia pero que parece contentar a todas las partes involucradas, en este gran salón del automóvil que es la Fórmula 1.Se trata de la entrada en la competición oficial, como constructor o concursante, (a falta de autorización por parte de la FIA, el próximo día 25 de octubre) de una nueva escudería en la superproducción del automovilismo. Hablamos de Prodrive, equipo con una importante trayectoria en la industria tecnológica del motor, que desde su creación en 1984, espera poder dar el salto a este nuevo escenario. Su propietario, David Richards, inglés de 55 años y de profesión ex-copiloto de Rallys, tiene con esta posible entrada la oportunidad de mejorar sus cifras actuales (en torno a los 250 millones de dólares anuales, en ventas). Pero sin lugar a duda el abanico de posibilidades que se abre para los ya presentes en este mundo de la Fórmula 1, es aún más atractivo. Vodafone Mercedes Mclaren se dividiría en dos. La parte alemana se quedaría con Alonso y posiblemente con otro español, Pedro Martínez de la Rosa, como pilotos, y correría bajo su propia marca comercial, y por otro lado, McLaren Racing con Dennis a la cabeza y Hamilton como piloto estrella, correría para la nueva escudería Prodrive. No nos olvidemos que McLaren Racing es sólo una de las muchas empresas que conforman McLaren Group, en donde DaimlerChrysler, propietaria de Mercedes Motor- sport, posee el 60 por cierto del accionario del conjunto del grupo. De esta manera, McLaren podría desaparecer como escudería, y evitar mayores sanciones en un futuro, teniendo en cuenta que el Consejo Mundial del Motor, revisará en el mes de diciembre la penalización por la que se castiga a McLaren con la retirada de todos los puntos obtenidos hasta el momento en el Mundial de Constructores y hacerla extensiva al año 2008. Pero si se infiltrase bajo otra denominación comercial, le permitiría a Ron Dennis volver a optar por el mundial de constructores. Es importante destacar que esta operación permitiría cubrir la multa de 100 millones de dolares con los derechos de retransmisión de televisión de este año (estimados en unos 60 millones de dólares) y la entrada de nuevos patrocinadores, no afectados durante este año por el conflicto del espionaje.Tanto la nueva escudería de Mercedes como Prodrive, compartirían entre otros puntos, el chasis del actual monoplaza de McLaren, por lo que a priori no habría diferencias significativas en cuanto al coche de competición.Pero más importante que los aspectos deportivos de esta división empresarial es el marco de posibilidades que se ofrece a los actuales patrocinadores, tan molestos con la atípica situación que se viven estos días en la escudería de Woking, que ha visto como el equipo que dirige Ron Dennis, ha perjudicado la imagen de los intereses que representan.Mercedes ha visto como sus ventas se han incrementado un 7 % en los primeros nueve meses del año a nivel mundial, cifra record si le añadimos el 3% conseguido en ventas de turimos en Europa Oriental (sin incluir Alemania) y su propietario, con la importante revaloración del Grupo DaimlerChrysler, que ha obtenido una subida del 55% en su cotización.Otra empresa que tiene mucho que decir en esta posible operación para el año próximo, es Banco Santander. Con la nueva situación podría no sólo conservar su inversión sino además duplicarla de una manera muy sencilla. Como Santander patrocinaría a Mercedes y a dos pilotos españoles (si contamos la posibilidad de que corra como piloto titular, el también español y miembro de McLaren, Pedro Martínez de la Rosa) y a su vez, podría invertir en Prodrive, la escudería británica de David Richards, y a su posible futuro piloto, también inglés, el joven Hamilton, con su banco Abbey Bank. Una jugada maestra en donde mantiene su inversión, diversifica riesgos y evitaría situaciones conflictivas como la vivida durante este año, que tantos quebraderos de cabeza ha planteado a los partners del español. Lo que está claro es que tras el cristal de este deporte de alta competición, son muchos los interesados en que su marca figure en el mono o en el coche del piloto que opte a pisar el primer cajón de los domingos y poder mostrar su enseña a lo largo y ancho del globo. Última parada: el circuito brasileño de Interlagos.