berlín. Siemens ha aceptado pagar 201 millones de euros a la fiscalía de Munich por sus casos de soborno y pagos dudosos. Además retribuirá a la hacienda alemana otros 179 millones correspondientes a los impuestos que no se pagaron en su momento. No es nada comparado con lo que le puede caer encima.Los expertos creen que el controlador bursátil estadounidense podría sancionar al gigante alemán con hasta 1.000 millones de euros. Así que no resulta extraño que Siemens haya aceptado encantada pagar a la fiscalía de Munich, que ha dado así por finalizadas sus investigaciones en torno a la división de telecomunicaciones. La prensa alemana cree que esta sentencia relámpago es el fruto de un acuerdo entre la empresa y la fiscalía para dar carpetazo al asunto. Lo cierto es que aunque los letrados de Munich den por cerrado este capítulo, aún seguirán investigando otras áreas de negocio que podrían estar implicadas en los sobornos para lograr importantes contratos. También el bufete de abogados estadounidense contratado por Siemens para realizar una investigación interna continuará hurgando en sus trapos sucios. Aún no hay cifras oficiales, pero se estima que el montante destinado a pagos dudosos podría ascender hasta 1.600 millones de euros, una cifra muy superior a los 450 millones que hasta ahora ha admitido Siemens.