El tercer grupo de cajas completa la integración de todo el negocio financieromadrid. El tercer grupo de cajas fusionadas, Banco Base, ha valorado sus activos en 4.600 millones, poco más de la mitad de la tasación realizada por el negocio financiero de La Caixa en su proceso de transformación. El SIP liderado por Cajastur, en el que participan CAM, CCM, Extremadura y Cantabria, aprobó ayer el proceso de segregación y traspaso de activos, por el que estas entidades aportarán la totalidad de su patrimonio, a excepción de la obra social, al banco recientemente creado. Además, convocaron las asambleas correspondientes para que den el visto bueno definitivo de la operación el 30 de marzo. El SIP llevará a cabo una ampliación de capital no dineraria por ese valor para absorber los activos y pasivos de su integrantes, que incluyen la actividad bancaria, seguros, inmobiliarias y cartera industrial. Éste es un paso previo para la salida a bolsa de la entidad, que tiene el objetivo de cotizar en el mercado en el presente ejercicio con la venta de un 25 por ciento de las acciones con el objetivo de capitalizarse a pesar de que cumple con el mínimo del 8 por ciento de solvencia exigido por la nueva normativa aprobada por el Gobierno. La valoración sufrirá, previsiblemente, un recorte de en torno al 20 o 30 por ciento, de acuerdo con las estimaciones de los expertos. De ahí que el grupo podría contar con una capitalización de entre 3.200 y 3.600 millones y podría recabar entre los inversores privados unos 800 millones de euros. El SIP contará con unos activos de 135.000 millones y publicará unos resultados en 2010 de en torno a 400 millones de euros. La entidad espera obtener en 2012 unas ganancias de 600 millones. El capital principal de Base alcanza en la actualidad los 4.000 millones, es decir, poco más del 8 por ciento de los activos ponderados por riesgo. La entidad ya ha provisionado 400 millones para hacer frente al coste de las prejubilaciones y el coste del cierre de oficinas. El grupo llevará a cabo el recorte de personal de 2.500 trabajadores y una reducción de sucursales de poco más de 400 en todo el territorio nacional. El SIP tiene intención de mantener en el mercado las cuotas participativas de la CAM, que suponen en torno al 7 por ciento del patrimonio de la institución alicantina, ya que una recompra de estos títulos sin derechos políticos supondrían una merma de los niveles de solvencia de Banco Base y conllevaría una pérdida de peso de la firma que preside Modesto Crespo. La entidad ha recibido ayudas públicas de 1.493 millones a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) y cuenta con un esquema de protección del Fondo de Garantía por valor de 2.475 millones para hacer frente a pérdidas por CCM. Este último instrumento se le concedió a Cajastur en la adjudicación de la caja manchega tras su intervención.