madrid. El Banco de España hará una definición concreta de las nuevas exigencias de capital para las entidades financieras y sobre la aplicación de las normas de Basilea para 2013 que no coinciden con las que regirán para 2018, apuntó ayer la vicepresidenta económica, Elena Salgado. La ministra consideró que los mercados no deben albergar ninguna duda sobre la solvencia de las entidades y explicó que las exigencias de capital serán mayores para las entidades que no coticen, no cuenten con una participación significativa de inversores privados o que tengan un recurso a la financiación mayorista del 20 por ciento. El ministro de Fomento, José Blanco, reconoció que la reforma financiera es la más "perentoria" e insistió en que las que hayan hecho una buena gestión no tendrán problema. Mientras, el coordinador de Economía del PP, Cristóbal Montoro, sembró dudas sobre el nuevo plan. Aseguró que resulta "muy discutible", al tiempo que admitió que nos les gustó "nada" el anuncio de las propuestas. En este sentido, la portavoz del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, anunció la petición de comparecencia Salgado, así como del gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, para que expliquen el contenido y la situación del sector. IU criticó que la propuesta del Ejecutivo "no es de nacionalización, sino de privatización con dinero público"; mientras que ERC pedirá un "modelo a la carta" que respete "el "arraigo territorial".