La resolución de la adjudicación del concurso, al que se han presentado ocho consorcios, se producirá a finales de marzomadrid. Ocho consorcios empresariales especializados en la construcción y gestión de infraestructuras han entrado en la recta final del concurso convocado el julio de 2010 por la Autoridad para las Alianzas Público-Privadas (AAPP) de Puerto Rico, destinado a explotar y mantener dos autovías del país, la PR-22 y PR-5. En los consorcios, de capital mayoritariamente norteamericano, figuran tres empresas españolas de gran peso específico y trayectoria internacional: OHL Concesiones, Itínere Infraestructuras y Abertis Infraestructuras. La constructora que preside el empresario madrileño Juan Miguel Villar Mir acude de la mano de Morgan Stanley Infrastructure, Itínere junto a Citi Infrastructure Investors y la catalana Abertis en comandita con Goldman Sachs Infrastructure Partners. El resto de grupos que pujan están formados por otros pesos pesados como JP Morgan Infrastructure Investments, Road Development of Puerto Rico, grupo Odinsa (Colombia), e Interplan-Grodco Consorcio Remix Development Group. En términos agregados los ocho consorcios empresariales operan en la actualidad 15.600 millas (25.105 kilómetros) de autopistas de peaje alrededor del mundo y procesan más de 900 millones de transacciones de vehículos cada año. El calendario que resta por cubrir establece que el próximo 21 de marzo deberán ser entregadas las ofertas finales, mientras que durante la última semana del mismo mes se conocerá el nombre del consorcio ganador. El Gobierno valorará básicamente cinco aspectos: el cumplimiento de la documentación, la reputación profesional, técnica y financiera; la evaluación del plan financiero y del plan operacional, así como la oferta económica. El proyecto convocado consiste en establecer una alianza entre el Gobierno de Puerto Rico y un grupo empresarial privado, que tras la adjudicación se encargará de financiar, mejorar, operar y mantener las autopistas PR-22 y PR-5. La AAPP precisa que la alianza público-privada no conlleva la privatización de las dos autopistas, dado que la propiedad seguirá estando en poder del Gobierno local. La autovía más transitada La PR-22, también conocida como el expreso José de Diego, es la autopista más transitada en Puerto Rico, según destaca la AAPP. Es propiedad y está operada por la Autoridad de Carreteras y Transportación de Puerto Rico (ACT) y se extiende 83,6 kilómetros de este (San Juan) a oeste (Arecibo) por el norte de Puerto Rico (porción Brownfield). La PR-22 cuenta con siete estaciones de peaje incluyendo la estación de Buchanan, por donde transitaron 25,8 millones de vehículos durante el año fiscal 2009. El ingreso generado por la autopista para ese mismo año fue de 62,5 millones de euros a través del sistema de recolección automático.