En 2010 se abrieron menos periodos de financiación, que además fueron más cortos. El volumen de emisiones corporativas se redujo en un tercio, en parte por la ausencia de fusiones y adquisiciones; y, en España, el mercado volvió a estar dominado por el sector bancario. Por María DomínguezSi 2009 supuso el florecimiento de las colocaciones de bonos, 2010 fue el año de las ventanas, es decir, de emisiones intermitentes. En determinados periodos los inversores se mostraron receptivos; en otros, todo lo contrario. Las ventanas de emisión, más cortas que el año anterior, estuvieron condicionadas por la crisis de la deuda pública. Según recuerda Ricardo Gabilondo, responsable de Bonos de Citi en España: "En particular, los créditos de países periféricos (incluyendo España, Portugal, Italia, Irlanda y Grecia) tuvieron ventanas limitadas, mientras que el coste de financiación fue aumentando debido al deterioro del riesgo soberano". Federico Silva, coordinador de originación de préstamos y renta fija de Caja Madrid, resume el año en cuatro partes: "Dos ventanas de mercado abierto durante el primer y el tercer trimestres y otros dos periodos de mercado cerrado en el segundo y el cuarto trimestres. Estas últimas etapas se corresponden con los episodios de mayor presión sobre la deuda pública española". Según Jokin Cantera, responsable de Mercado de Capitales de Banesto, "en 2010 vimos cómo se tomaban medidas para el rescate de ciertos soberanos [Grecia e Irlanda] y cómo la volatilidad del mercado de crédito ampliaba diferenciales". Récord en el sector público En términos absolutos, el sector más activo fue el público, explica Luis Ordóñez, responsable de DCM Europa de Santander. "Además de sus subastas, el Tesoro Público realizó cuatro operaciones sindicadas en euros (dos obligaciones a 10 años, una a 15 años y un bono a tipo variable a cinco años) y tanto el ICO como las comunidades autónomas colocaron volúmenes récord en bonos", añade. La crisis de la deuda pública contagió rápidamente a la corporativa. El volumen de emisiones se desplomó en un 32 por ciento con respecto a 2009, según Luis Ordóñez, de Santander. Reyes Bover, directora de originación de renta fija Emea de BBVA, añade que ello se debió a que "las compañías habían hecho importantes ejercicios de prefinanciación el año anterior". Además, "la relativa ausencia de operaciones de fusiones y adquisiciones no elevó las necesidades de financiación". A pesar de ello, Alberto Viarengo, director de mercado de capitales corporativo de RBS para el Sur de Europa, cree que "estamos asistiendo a un cambio estructural en el modo en que se financian las empresas. Éstas recurrirán cada vez más al mercado de bonos y menos a la financiación bancaria". Los protagonistas ¿Qué destacan los profesionales del sector de lo ocurrido en el último año en el mercado corporativo? Fernando García, responsable de bonos para empresas de Société Générale, recuerda varias colocaciones de Gas Natural por un total de 2.150 millones de euros, que supusieron "la exitosa finalización del ejercicio de refinanciación del préstamo ligado a la adquisición de Unión Fenosa por 18.000 millones de euros, aprovechando una ventana de emisión y anticipándose a las turbulencias que volverían a aparecer más adelante durante el año". García también destaca la oferta de recompra y la emisión de abril de OHL: "En un entorno de mercado difícil, un emisor no frecuente consiguió levantar 520 millones gracias a la tensión generada en la demanda tras el ejercicio de recompra". Pablo Lladó, director general de mercados de capitales de Calyon, comenta que sólo las grandes empresas han emitido; las pequeñas no han podido hacerlo. Luis Ordóñez, de Santander, recuerda que los sectores más activos han sido "los de telecom y utilities, destacando grandes nombres como Telefónica o Iberdrola. Recordemos que Telefónica fue la encargada de reabrir el mercado después del parón que sufrieron los mercados en mayo". Reyes Bover, de BBVA, añade que "el entorno de tipos de interés bajos ha favorecido el desarrollo de emisiones corporativas high yield, que ofrecen unos tipos en el área del 8 al 9 por ciento, a inversores que buscan maximizar la rentabilidad de sus carteras". "El mundo corporativo lo ha tenido claramente más fácil que el financiero", apunta Noelle Cajigas, responsable de mercado de capitales de BNP Paribas, "ya que ha podido financiarse en el caso con un coste menor, en muchas ocasiones, que el sector financiero". Dominio del sector financiero Pese a tenerlo más complicado, el sector bancario fue el rey de las emisiones en España, según Antoine Maurel, responsable de originación para España y Portugal de HSBC. "Como siempre, el mercado español estuvo dominado por las instituciones financieras, mientras que la proporción de emisiones de corporates se mantuvo más alta en el resto de Europa". Nacho Moreno, responsable de mercado de capitales en Iberia de Barclays, destaca la importancia que tuvo este sector, también en los mercados internacionales: "El sector financiero dominó los mercados globales en 2010, representando cerca del 60 por ciento de las emisiones (excluyendo las del sector público). "La mayoría de las emisiones han tenido forma de cédulas hipotecarias, ya que son los productos que garantizan menos riesgo de ejecución y los que ofrecen una base inversora más amplia a un coste más razonable", afirma Noelle Cajigas, de BNP. Pablo Lladó, de Calyon, añade que "sólo las grandes entidades, como el BBVA y Santander", han podido emitir estos títulos. ¿Qué entidades destacaron? "Las emisiones de Santander y BBVA en enero fueron muy importantes por tamaño y por el interés por parte de inversores extranjeros", comenta Claudio Livosi, responsable de originación de mercado de capitales para España de ING CB, que añade que la emisión de Caja Madrid, en noviembre, fue de gran importancia porque se realizó en un momento en el que el banco se estaba fusionando con otras entidades.