Pide que se investigue el robo de los secretos de su coche eléctrico, pero no señala a los directivos que ha apartado paris/valladolid. Dicho y hecho. Renault puso ayer en manos de la Fiscalía la investigación del supuesto caso de espionaje de su vehículo eléctrico. La demanda presentada por la compañía contra personas desconocidas considera que ha sido víctima de "espionaje industrial organizado, corrupción, violación de confianza, robo y ocultación". La firma gala aprovecha así toda la artillería jurídica que le brinda el Estado francés para mandar el mensaje de que no se quedará impasible ante filtraciones de su proyecto estrella. El hecho de que la demanda no vaya dirigida específicamente contra los tres directivos relacionados con el programa del coche eléctrico que han sido suspendidos de empleo y sueldo hace unos días amplía además el marco de la investigación. La corporación que preside Carlos Ghosn indicó que esta demanda se produce después de haber descubierto un "grave caso de mala conducta" en detrimento de la empresa y, particularmente, en lo re- lacionado con sus activos tecnológicos, estratégicos e intelectuales. La marca, participada en un 15 por ciento por el Estado francés, apuntó que esta denuncia ha sido interpuesta ante el fiscal del Estado de París, que a partir de ahora se encargará de gestionar los trámites del proceso judicial. Después del encontronazo con China, a la que desde algunos medios se acusó de estar detrás de este caso de espionaje industrial, la compañía se cuida mucho de verse envuelta en nuevas polémicas. "El asunto está ahora en manos judiciales para asegurar que el procedimiento judicial se lleva a cabo lo más calmadamente posible. Renault no tomará parte en ninguna controversia y reservará los elementos en su posesión exclusivamente a los servicios competentes responsables de la investigación", añadió la empresa en un comunicado recogido por Ep. La compañía automovilística suspendió la semana pasada, de manera cautelar, de empleo y de sueldo a tres de sus ejecutivos por sospechas de que podían haber estado filtrando informaciones secretas de la firma en relación con el coche eléctrico. El Mégane tira del empleo Por otro lado, el protagonismo a nivel internacional que ha tenido la empresa por este caso ha venido acompañado de buenas noticias en nuestro país. La compañía ha reforzado con más de 200 trabajadores la factoría para aumentar la cadencia de fabricación en cien vehículos diarios del Mégane. La decisión del fabricante se produce para dar respuesta al incremento de la demanda de este modelo, uno de los más exitosos que ha puesto en el mercado. Esta fábrica pasará de realizar 1.040 vehículos al día a 1.140 a partir de finales de mes. Con las nuevas contrataciones para cubrir el proceso productivo, este centro de trabajo alcanzará una plantilla total de 3.200 personas.s Más información relacionada con este tema en www.eleconomista.es